«¿Qué comen lxs poetas?» | Ep. #02 Yohanna Jaramillo



Host: Jorge Sosa |


“¿Qué comen lxs poetas?” es un podcast que nace de la idea de que los poetas se mueren de hambre, el propósito del programa es invitar a un poeta en cada episodio para que hable de algo que le guste comer y algo más que consuma diferente a los alimentos.

El segundo episodio de “¿Qué comen lxs poetas?” recibió a Yohanna Jaramillo, la poeta de Baja California que compartió su receta de caldo de papa sonorense estilo Tijuana y la razón por la que ha escuchado cada una de las conferencias diarias de Andrés Manuel López Obrador, además de leer un poema de su proyecto actual.

Éste es un fragmento de la entrevista con Yohanna que puede escucharse completa en Spotify o Apple Music.

***

¿Qué piensas de la frase “los poetas se mueren de hambre”?

Pues, no quiero decir algo ambiguo, pero es muy probable que si no sabes sembrar la tierra te mueras de hambre, pero también eso es muy poético y muy falso porque realmente no sabemos sembrar la tierra. A veces sabemos la teoría más no la práctica. Sin embargo, ahí es cómo tú quieres llevar tu vida, tu hambre y hay trabajos infinitos para no morirte de hambre. Obviamente sabemos que la industria del libro es muy competitiva, no hay mucho impulso, no todos somos bestsellers por cuestión de industria, de empuje, de los países. Hay distintos factores que pueden existir en esto, pero obviamente todos hemos pasado por hambre si nos queremos dedicar 100% a la literatura y más que nada en México, que estamos bajo programas limitados, que son bajo convocatorias, concursos u honorarios que nunca llegan, que pasan meses donde mañana te pago, mañana te pago, mañana te pago. Entonces pues el refri se empieza a vaciar, pero tu yo poeta, tu ingenio hace que de una papa, justo un chile y una tortilla, te alimentes, ¿no? Eso, y dormir y leer mucho, te salva.

 

Como primera parte del programa, siempre le pedimos a nuestra invitada que nos recomiende algo que le guste comer. En este caso, Yohanna es la primera persona que comparte conmigo una receta para preparar, que se trata de caldo de papa sonorense estilo Tijuana. Me gustaría que nos contaras un poquito de tu relación con este platillo.

Más que nada, tiene que ver con la cercanía de Baja California con Sonora y Sinaloa, ¿no? Porque es un platillo que se comparte entre, yo creo Ciudad Obregón y los Mochis, por no abarcar tanto los dos estados y porque son conocidas y conocidos que me han aportado esta receta. Cuando lo conocí hace como 15 años más o menos, sí observaba primero cuando me lo ofrecían y sí hay distintas formas de hacer el caldo de papa, tanto unos que lo hacen picadito como otros que lo echan entero. Pero fíjate que esta gastronomía sinaloense y sonorense realmente se fomentó mucho en Baja California, a pesar de ser una región muy gastronómica. Yo creo que justo es por eso, porque tenemos tantas personas que migran hacia esta ciudad porque ya sabemos que estamos cerca de un condado de San Diego y nos traen sus recetas, las cuales no nos apropiamos sino al contrario, las disfrutamos.

Ese caldo de papa me parece a mí muy sencillo, muy rico, con muchos nutrientes y es algo que cada semana está en mi menú. Papa, chile, queso, chiltepín, que justamente es de por allá de esos lados y que nos llega, te digo, por los conocidos. Nunca falta la persona que trajo chiltepín de allá, cierto queso o de pronto te trae la machaca o el chile California, Anaheim. No sé todavía cómo lo conocen ustedes ahí en Ciudad de México, si pudiste dar con ese chile o el chiltepín, que pues está más identificado más bien.

 

Sí, claro, ese fue probablemente el mayor obstáculo a la hora de recrear la receta, porque en efecto acá el chile California o Anaheim no es sencillo de conseguir, estuve analizando ahí varias opciones para sustituirlo con el consejo de mi gran amiga Miryam, que también es de por allá, y al final derivamos en el chile chilaca y el chile güero como opciones. Quiero decir que algo que comparto con Yohanna es el gusto por el picante y ésta es la primera cosa que a mí me llamó mucho la atención del platillo, que es un tipo de caldo que te provoca esta reacción de picante y de sudor muy propia de ciertos platillos de la comida mexicana.

Justo es interesante porque estas dos regiones que te menciono son calurosas, llegan a sus 50 grados, 45 grados para arriba, entonces típico de que haces un caldo para el calor, ¿no? Es rarísimo. Más el chile, aplícale todavía más picante. Ahí hay un secreto escondido en las familias, del por qué lo comen. A mí me gusta mucho cocinar y siempre he pensado que las recetas nacen en ciertas épocas. Desconozco cuándo nació esta receta, pero siempre les llamo recetas de guerra. Recetas de hambruna, recetas de hambre, de qué es lo que hay en tu región para que yo pueda preparar algo y sustentar a mi familia.

Y resulta, para mí, que son un splash de ingredientes que hacen este tipo de resultados. Lo veo mucho en mis poemas que siempre hay algo de la comida y las verduras ahí simplificado con la ciencia. Y cuestiones de ciertas épocas que me parece por eso bastante interesante, todos los platillos. He visto platillos de repollo en ciertas regiones que me dicen: repollo con cebolla y mantequilla. Y yo: wow, ¿de dónde surgió esto? Y ya te comentan que fueron en ciertas épocas donde a lo mejor había nada más repollo, cebolla y mantequilla. ¿Y qué haces para los niños, niñas? Esto. Y resulta riquísimo. Ya después se hace gourmet desgraciadamente y te venden el caldo de papa en sabe cuánto dinero.


Como segunda parte del programa, lo que le pedimos a nuestra invitada es que nos comparta algo que consuma, porque como bien decía Yohanna, nuestro sustento se forma en varias partes, en lo que lo vemos, en lo que escuchamos. Yohanna hizo una elección que me sorprendió mucho porque ha hecho un ejercicio brutal que yo no podría hacer honestamente, ha escuchado continuamente la conferencia mañanera de Andrés Manuel López Obrador. Y mi primera pregunta es ¿por qué?

Por cuestiones, así lo voy a decir, poéticas. Uno está muy involucrado en la política y mi poesía me respalda en eso. De que siempre ha sido poesía social. Me voy a ir del presente al pasado. Me molesta bastante cuando dice que los poetas hasta ahora critican al presidente y dices: eh, compa o sea, si te vas a lo mejor a los poetas independientes, los underground, los que sí estamos trabajando en las calles desde hace 20 años con la sociedad, con la comunidad, créeme que vulgarmente sí le hemos tirado a todos los presidentes. Porque lo que hacía México antes, todos estábamos unidos contra un presidente hasta que llegó este personaje y nos dividimos de una forma muy violenta.

A mí me pareció bastante violenta en cuestión de que, desde mis amigos, ya había discrepancias. Ya había un tipo de fanatismo que a mí me empezó a llamar la atención pre campañas. Te comento que en el 2006, cuando empezó todo este movimiento, empezaba el Festival Caracol. Y yo nada más era una colaboradora del festival. Y en ese momento, AMLO se va al Zócalo, a hacer los campamentos y se va todo el comité de Caracol a hacer campamento y me dejan el festival, el primer festival, el número uno.

Y me lo dejan ahí. Entonces, desde ahí me llamaba la atención. Está bien cool, obviamente yo también quiero un cambio. Yo también te quiero creer, pero hay algo, hay algo ahí como en mis estudios que no me permite creerte cien por ciento. No me gustan las mentiras, no me gusta que estés exagerando. Y yo lo veía así, y así pasaron muchos años. Llegó Calderón, llegó Peña Nieto. Y estuvimos muy en contra, hubo amenazas, pasaron bastantes cosas de: no leas este poema en Sinaloa, no leas este poema acá, cállate ya, Yohanna. Me sorprende que ahora esta persona desconozca. Estoy de acuerdo, no tenía por qué conocerlas. Pero entonces no globalices ni digas que todo el mundo no lo hizo. Porque no somos Krauze. Somos el pueblo realmente, ¿sabes? Eso me parecía muy interesante.

Cuando ya realmente iba a ganar y te digo, apoyando que gane, porque obviamente queremos un cambio. Es más, no somos de ver televisión abierta, los comerciales que pasaban en televisión abierta, no me llegaba esa información. Y una vez que viajé a Veracruz, me acuerdo, prendí la tele del hotel porque iba con una compañía y empiezo a ver estos comerciales donde yo decía: qué disparates se están vendiendo a la gente, que para mí eran imposibles. Decía, ok, probablemente quieras y puedas aportar a un país o a cierta región, pero no global. A mí esto me parecía raro. Entonces gana. Me pongo feliz como todos, la verdad. Con cierta desconfianza, pero me pongo feliz porque al final sí quería que ganara, dentro de todo. Y empiezo a ver la mañanera y empiezo a escribir y me propongo en ese momento a ver todas las mañaneras y me empieza a prender.

Había momentos donde decía: ay, qué está diciendo el señor. Y de pronto decía: wow, a huevo, ¡vámonos, eso! Y me prendía bastante, te hablo de los primeros ocho meses. Eran altas y bajas. Era como una relación bien tóxica. Así, lo amaba y luego decía: de qué está hablando, y luego volvía a repetir. Y al año empezamos a repetir, a repetir, a repetir, a repetir tanto que dije: tengo que seguirla viendo.

Imagínate, tengo dos horas de diferencia de Ciudad de México y era levantarme a las cinco de la mañana, cinco y media, prenderlo y con los ojos cerrados cerrados como un mantra, se convirtió en un mantra de estarlo oyendo y era increíble que yo ahorita yo puedo hablar la mañanera. Ya sé lo que va a decir. Sé lo que sigue porque hay momentos seniles en la mañanera y, con todo respeto, hay momentos donde dices a ver, ¿qué pasó con los asesores? ¿Qué está pasando? Yo estoy viviendo otro México. Yo sé que tú recorriste todo, pero yo te estoy viendo cómo, por ejemplo, llegas a Tijuana, Tecate, San Quintín, Ensenada, y te veo en una Suburban pasar con la mano así y recogiendo folders. Eso no se llama vivir el país porque yo estoy viviendo en una calle donde hay machetazos, donde hay drogadicción, donde me escondo por los balazos, donde me tiro al suelo. Vivo en una ciudad violenta en un estado de los más violentos del país. Entonces a mí no me puedes decir que ok, que mandaste a 500 guardias nacionales estos últimos ocho meses.

¿Y qué pasa? Disculpa, presidente, te estás mintiendo y no soy neoliberal, no soy conservadora. Créeme que nada de eso. Me encantaron muchas cosas que hicieron y que no voy a abordar porque tampoco es un programa político. Eso fue más que nada. Y más que nada, esperando. Imagínate lo que es ser escritora y no poder hablar en seis años porque se me van a echar encima. Tengo que esperar todavía como dos, tres años más a bajar todo lo que escuché. A transcribir todas mis anotaciones para poder dejar un registro de la historia que yo viví porque tengo derecho. Eso es todo, por eso escucho las mañaneras.

 

Ahorita que mencionas este rollo de lo neoliberal, algo que me llama mucho la atención que logró Andrés Manuel y que creo que sí es deliberado, es hacer un relativismo en donde él está en el centro de todo. Donde digamos, en una conversación con personas que tienen ideas de izquierda decir tal cosa te vuelve neoliberal y estar en una conversión con gente que tiene ideas de derecha y decir otra cosa o incluso una cosa muy parecida a la que dijiste primero te vuelve un chairo, que es el término más popular respecto a la gente que apoya a Andrés Manuel incondicionalmente. ¿Qué piensas tú de eso, de Andrés Manuel como personaje de su propia épica, por decirlo así?

No sé, es como cuando estaba Peña Nieto y hacía muchas cosas raras, torpezas, que se te antojaba abrazarlo así como: ay, pobrecito, ya deja de hacer tantas cosas... no quiero llamarlas ridículas, pero pues el hombre hacía torpezas. Y pasa lo mismo con Andrés Manuel, es como verlo de frente y decirle: entiende que te mienten, ¿sabes? Entiende que los de tu alrededor te están mintiendo y tú estás creyendo en algo que no existe. Y entiendo que quieras, como yo, cero corrupción, que quieras una paz en el país, que quieras fomentar educación, salud, todo eso, pero no está sucediendo. Yo voy a dar talleres de literatura a las escuelas y los mesabancos están astillados, hay precariedad en todos los salones. Hay escuelas donde el narco ya no permite que se den clases. Hay residentes de medicina que ya no quieren ir a zonas rurales. Él dice que no es cierto. Yo le quiero decir: ven, dame la mano, déjame decirte dónde, créeme.

Viene el otro personaje que le va a suceder y dice las mismas promesas: yo sí voy a dar seguridad. Estás diciendo: yo voy a pavimentar Veracruz. ¿Pero por qué tu patrón no lo hizo? Es como decirle a Andrés Manuel: no mientas. Eso es todo. A lo mejor recorriste el país durante 12 años pero a lo mejor no lo estás recorriendo realmente ahora. Por precaución, obviamente lo entiendo también. Pero mientras no me hables de tratantes de blancas, mientras no me hables de lo penitenciario, mientras no me hables de lo que sucede en la frontera, en las aduanas, las prostitutas. Un montón de factores que hay, la salud, ven, acompáñame al IMSS, no hay medicina, a mis familiares, a mis amigos les dieron una cita dentro de nueve meses, ya se murieron. Nos tocó una pandemia, sí, tristemente. A mí me tocó una pandemia también. Hablo en ámbitos laborales, vi las maneras de lograr cómo llevar la cultura en la pandemia en Baja California, se logró. Hay muchos temas de los que no se hablan y lo he comentado con amigos. No me hables de baches ni de luz ni de esto.

Y solo una cosita, no es su culpa, también como ciudadanos tenemos que sentir esa responsabilidad social que no hemos logrado. Tenemos como un papá adulto que es como nuestro abuelo que ya nos consiente y ya no ve esto como su primer hijo. Ya somos como los bisnietos de esta persona. Entonces nos deja hacer muchas cosas y ve las cosas un poco más positivas. Pero realmente a mí lo que me gustaría es: tienes una mañanera, ¿cuánto cuesta transmitir por televisión todos los días? Háblale directamente a la delincuencia. Háblale directamente a los jóvenes, háblanos directos y dinos hazme paro. Escúchanos, nos están secuestrando, nos están extorsionando, nos están quitando los negocios. Háblanos directo y no digas que el narco es bueno. Eso es todo. Yo apreciaría bastante de un candidato que me hable y me diga: yo ya no puedo, ayúdame. Pensemos un montón de gente. Hay muchos académicos. Hay muchas investigaciones. Pero, ¿cómo dice él? Son mis adversarios, no los odio, son mis adversarios. No lo somos. Realmente hay bastantes académicos y conocidos que realmente salieron a investigar una colonia porque les interesaba. Y hay resultados, y ahí está el punto.


Es más difícil para mí tratar de cerrar este tema porque podríamos estar aquí hablando horas acerca de la circunstancia del país, del gobierno, de las elecciones. La última parte del programa se trata de un poema que nos quieras compartir y me comentabas que tenías elegido un poema, un poco largo, pero que iba a redondear todas estas ideas.

Es parte del libro lo que se llama “Sin código postal”, también hablando de lo inmobiliario, de cómo de pronto nos quedamos sin casas por las hipotecas que existen. Hay un porcentaje de tijuanenses que están desplazando a otras ciudades porque pues gentrificación, ya sabes todo lo que pasa, te van sacando de donde eres.

***

Si esto no es una dictadura,

qué es, qué es.

Bersuit Vergarabat

 

 

Esos tiempos de 

yo tengo otros datos

estornudar 

se convertía en un círculo

de gente observando,

era pasar la cuarentena

entre el trabajo de casa 

y las exigencias del patrón;

quedaba el día y la noche

quedaba la madrugada

las redes sociales,

la gente seguía en los hospitales

rurales y privados

muriendo.

 

De nuevo la estadística,

un número sin tinta en el antebrazo,

un cuadro o una curva de gobierno,

drones que persiguen arriba de nuestros techos

los impuestos no declarados, porque:

nadie puede tener más que el presidente,

pero nadie tenemos la astucia

para acumular lo que él,

y no lo entiende,

 se ciega,

-los pobres primero- 

dice,

y cual si fuera bautizo

tira el bolo al aire.

 

Todas las mañanas

me incita a creerme neoliberal,

habla de cuellos blancos,

con su cuello blanco,

con su traje sastre,

desde un palacio,

por eso

Palenque sí, 

nos gustó pa´ que te vayas.

 

 

Visionario dice que,

los perros robots atacarán

a la Guardia Nacional,

visionarie dice que,

las drogas y los humanos

seguirán cruzando sin permiso,

visionaria dice que,

la pobreza se extiende,

entonces matar periodistas y poetas

es un ahorro,

los sicarios dicen que,

no saben de actores intelectuales,

solo a través de una tarjeta amarilla reciben

un salario, una orden, cinco balas;

el de arriba dice,

mientras sonríe que,

a las mujeres y migrantes

les matan

por el conservadurismo,

y su diálogo se repite

como el cielo que nos anunciaba

Víctor Calavera.

 

En tiempos del oro verde 

el aguacate, la yuka, el limón, 

el dólar, la marihuana, 

nos sangran por todos lados,

la sequía se acerca, 

pero al narco

a políticos, 

a consumidores,

a influercer, 

a chef´s de moda 

no les importa

                      solo es

                             ganar-ganar,

                             gourmet-gourmet

la ciudad no ha sido gentrificada

aunque parezca.

                                  

En tiempos de Fentalino

estamos en el ensueño de alguien,

en campamentos de ambas fronteras.

 

Busquemos el oro negro,

como los cerdos. 

o los perros obligados 

a encontrar esas trufas

para que con su aceite se resbale

por el esófago

la pinche triste realidad.


Por cierto

 

Cristian Alberto Flores García

mamá te busca

desde San Quintín






 

Y, entonces los jóvenes se fueron al mar

(Federal)

en protesta,

de Camino Verde bajaron,

de la Sánchez bajaron y,

abrieron paso,

del Descanso caminaron hacía Playas,

de Villas del Campo a Popotla,

entre los puestos de mariscos y los norteños marchaban,

seguros de llegar al Pacífico,

de no ser levantados,

de ya no querer disparar esas armas,

ni tener de opción de tirar el shot

con el rap, con el box, o con el grafitti.

***



El resto de la conversación con Yohanna Jaramillo lo puedes escuchar en Spotify o Apple Music.

Si quieres saber cuándo sale el próximo episodio, sigue a @jorge_kfgc en Instagram.


Letrinas: Las chinchetas




Las chinchetas

René Rojas González


La suela del tenis derecho se había despegado bastante del resto del cuerpo. ¡¿Tan rápido?!, se dijo incrédulo Omarcito. De inmediato se revisó el tenis izquierdo y se percató que no parecía demorar mucho para sufrir el mismo destino. ¡Pero si tiene un mes que me los compraron!, empezó a reprocharse. Los cuidaba con el alma; estaba alerta de que nadie se los pisara; el día del acostumbrado remojo entre compañeros, cuando los llevó por primera vez a la escuela, sorteó los pisotones con la astucia y hasta la gracia de un colibrí, hazaña que contrarió a más de uno, por supuesto.

Omarcito sabía que estaba muy difícil repararlos, ya lo había intentado en unos anteriores con lo que sobraba de un viejo Kola Loka quesque superpoderoso y le duró un día el gusto. No le molestaba que no podría pedir unos nuevos (en casa ya le habían enseñado que no podía pedir cosas nuevas hasta que le llegaran en una fecha especial), le punzaba que su padrino se los había comprado con sacrificio. Conocía perfecto que nadie le pediría cuentas por la novedosa y aparente capacidad de hablar del calzado. Sabían el niño tranquilo que era, como sabían que esos tenis no daban para mucho por más que se cuidaran, como sabían que esa imagen de niño tranquilo la confirmarían al ver su expresión de seriedad en el rostro al llegar a casa, trabado por la descompostura, como si guardar la impotencia en el hígado fuera tener buena educación.

Un ánimo escurridizo de la tarde le hizo navegar unas cuantas alternativas para arreglarlos: había algo de ese diurex ancho y transparente que le cubriría bien la parte del empeine como para enrollarla junto con la suela; ni siquiera tuvo que intentarlo para prever que con cada paso que diera, la cinta se iría haciendo taquito hasta despegarse por la fricción con el piso. Luego agarró el celular de su mamá y buscó en YouTube “cómo pegar una suela de tenis”. Encontró el video de un chico de 18 años que decía que bastaba con emparejar la suela con el resto del tenis, como si las partes estuvieran realmente pegadas, y ponerlo cinco minutos en una olla con agua hirviendo; la cocción causaría la unión de los dos lados; no le sorprendió ver que el calzado, a lo mucho, se hizo aguado. Casi vencido por creer que ya nomás estaba en el puro divague, esta vez lo asaltó una vieja confiable: las chinchetas; sólo sería cuestión de clavarlas en el cerco y traspasar al mismo tiempo la puntera. Las puntas sobrantes de las chinchetas las doblaría desde adentro. No le importaría gran cosa que se vieran ahí unos remaches espaciados en serie; de la cajita elegiría las piezas de un color que fuera con la piel sintética y listo.

Terminó de colocar los simpáticos perforadores; ni el propio Omarcito daba crédito a su invento, cara de jugosa patente para multinacional de artículos deportivos. Su tenis parecía que tenía refuerzos como de fábrica; había ensartado las chinchetas delineando un discreto y afilado desnivel ascendente, aprovechando al máximo el poco margen que daba el cerco; había combinado tres colores de cabezas, creando un atrevido pero agradable contraste en sintonía con los colores del calzado. No estaba muy consciente de cómo había llegado ahí; de lo que sí estaba consciente era de sus ojos saltones cuando terminó su proceso de intervención; así que volvió a meter sus pelotitas visuales en sus respectivas cuencas y se puso a trabajar también el tenis izquierdo.

Los estuvo probando diario, en ratos, antes de llevarlos otra vez a la escuela, dentro de casa, fuera de casa, caminando, corriendo, saltando, poniéndose en cuclillas. En fin, nada se despegaba. Volvió a tocar Educación física. La resistencia en apariencia asegurada menos le cedió espacio a la inoportuna preocupación por qué tan disparatadas podían ser las incrustaciones a los ojos de otros; por eso en la entrada pasó desapercibido por la innata vigilancia obsesiva de las maestras y la directora, centinelas que podían achacarle una falta a la uniformidad. Ya sentado en el salón, comenzaron los murmullos; no faltó que se escuchara entre algunos por ahí que seguro se trataba de un tiktok. Subía como espuma lenta el volumen de las voces pubertas, hasta que el peligro de desborde activó el capataz interno de la maestra de la primera clase. Ella ni se molestó en saber qué atizaba el naciente alboroto; tenía bastante tapado a Omarcito por butacas y compañeros, y chispitas de bullicio había de sobra todos los días. Bastó mandar a callar. Detuvo el sarpullido. Quedó la comezón. El grupo no perdonaría no alcanzarse a rascar. Estaba el recreo, esa grietita de tiempo que desahogaba las apremiantes necesidades mundanas de los escolares; sería la hora de saciarse el hambre de la novedad.

Los compañeros habían llegado incluso a sentir dolor, como si secretaran una segunda saliva; esto era un mazapán pero cubierto de chocolate, por una sencilla razón: fieles a la vida extramuros, las reglas tácitas de los muchachos condenaban la novedad si no era propiedad de los pudientes. Omarcito claro que lo sabía, sólo que el instinto de supervivencia le había borrado la pintura con la que estaba escrito este mandamiento en las paredes de su cabeza, así que él ni en cuenta. Sonó la chicharra del receso por fin. Omarcito recorriendo el patio con la despreocupación de un capibara. El salón detrás de él con espíritu de maremoto. Hasta que apareció el deslizamiento sutil de los riquillos del grupo por un lado para amurallarlo de frente. El resto detuvo su agua, se cuadró ante la prioridad de cuestionamiento de esta cofradía y se acomodó en forma de ágora; babeaba por escuchar.

Ni una palabra de los erigidos jueces. Ah, ya…, dijo Omarcito con un dejo de desinterés. Mis tenis, ¿verdad? ¿Qué pasó?, les preguntó, con el mismo tono. Les causó una leve irritación; podían dejarla pasar hasta cierto punto: si iban a aparentar amable interés en preguntar, mejor se decidieron por irse derecho a solicitar el llenado de su formulario. Un puñado de corazones burócratas dio inicio a la lectura de un pergamino mental, compartido como si vieran una misma pantalla y coordinado en turnos con precisión cronométrica: ¿qué marca son?, ¿te los compraron tus papás?, ¿dónde te los compraron?, ¿son originales?, ¿te los trajeron del otro lado?, ¿te hacen saltar más alto?, ¿no te calan la planta cuando caes?, ¿te hacen correr más rápido?, ¿derrapas mejor?, ¿toman la forma exacta de tus pies?, etcétera, etcétera, etcétera. Las preguntas cargaban un deliberado tono de revisión de rutina, que empezó a surtir efecto en la cabeza de Omarcito: primero pensaba que sería merecedor, o de la gracia soberana, o de la justicia de patíbulo. Luego los vio tan sobrados que hizo que su mente los mutara en hombres-gato pasándose una bola de estambre. Estos vatos nomás me andan calando. Bien que saben lo que traigo, se dijo convencido. Ese lo que traigo le agarró los ojos y se los apuntó hacia los pies de estos ministros. Se le reveló ahí en frente la sección de los tenis de lujo que todo mundo ve en las zapaterías. Los portadores, en semicírculo perfecto, unidos por una misma causa; él, recargado en un paredón invisible, contraatacando con desgano a la metralleta de interrogantes.

Medio aturdido por los disparos, ya sin saber a qué pregunta respondía ni de quién venía, se volteó hacia uno de ellos al azar y le dijo, con las palmas de las manos casi pegadas al pecho, mostradas al frente, y una sonrisa: bueno… si quieres, te los cambio sin bronca, ¿eh? La contestación suspendió el tiempo, hizo más caliente el aire del recreo, dejó atónito al auditorio, fabricó en las mentes una planta rodante cruzando entre dos bandos de la vida y una música polvorienta de harmónica entonando un camino sin retorno. ¡Tás todo toto!, replicó Neto, el aludido. ¡Éstos me hacen volar!, aseveró con la naturalidad con que los cuerpos transpiran. Ah, órale…, reviró Omarcito alzando la cara y las cejas con credulidad fingida y mirando los tenis contrarios de reojo. Como te veo muy clavado con los míos, por eso te digo que te los cambio, sin bronca, neta, insistió con pretendida generosidad en su ofrecimiento. No creo que puedas tener unos así, remató toreando al diablo. Todos pusieron cara de hipoglucémicos; Neto, que lo tenía todo en la vida, no daba crédito a estas palabras; al instante sonó de nuevo la chicharra.

Llegó el siguiente día que tocaba Educación Física. Omarcito descansó de la fiebre de sus tenis; el grupo ya los había digerido y además se mantenían resistentes; nada de qué sorprenderse, nada que poner a prueba. Sin embargo, unos tenis andaban rechinando la suela en el piso del salón, anunciando a los cuatro vientos que eran lo más nuevo de lo nuevo. Neto había llegado con un modelo de otro planeta. A la distancia ya se veían impermeables, transpirables, maleables, ligeros pero todo terreno, rectificación ortopédica, absorción total de impacto, WiFi, te hacen el súper, te piden el Uber, acompañamiento psicológico y nutricional; por supuesto, garantía de hacerte volar, ahora a la velocidad del sonido… imposibles. Si se les iba viendo más de cerca, parecía haber en ellos algo de fenómeno, un peligro por contemplarlos. Aún no llegaba la profesora de la primera hora. De los primeros que se atrevieron a acercarse más y mirar de fijo provino un goteo de risitas de ratón que alertó al resto de la especie: observarlos a corta distancia era seguro. Poco a poco todos se juntaron en torno al par y activaron sus ojos de juicio popular y sumario. El ruidito los fue contagiando hasta hacerse una lluvia de chillidos hilarantes. A Neto lo poseyó un morado sofocante en la cara, se le formó un semiárido en la boca, se fue haciendo un pequeño animal de corral pegado a una de las paredes. A Omarcito se le manifestaron sus ojos saltones, en todo su esplendor, al ver unos tenis supernuevos estropeados por minúsculos círculos de colores injertados por todas partes.



René Rojas González es un poco un exiliado de la academia de sociales por voluntad propia, pretendiente de la literatura para hacer de lo que nos sacude en la vida un lugar para habitar.

Cinetiketas: entrevista con Diego Enrique Osorno


"La Montaña" es el nuevo documental del periodista Diego Enrique Osorno, que sigue a un grupo de zapatistas, que creen en un mundo diferente y se embarcan a Europa en pleno confinamiento por el Covid-19. La obra se estrenó el pasado 5 de septiembre.


Acerca de la inclusión de Ofelia Medina como parte de los narradores, el realizador señaló que buscaba alguien que le diera legitimidad a la película. Relató que Ofelia va a Acteal cada año para hacer una celebración a la vida y a la resistencia.


En 'La montaña', Diego Enrique Osorno convive durante más de 50 días con siete delegados zapatistas que se lanzan a un viaje trasatlántico, que emula a aquellos en los que los conquistadores llegaban al llamado Nuevo Mundo. Además, Osorno hace una semblanza del movimiento zapatista, desde aquel grupo guerrillero clandestino de los años ochenta, hasta el grupo contemporáneo que ha sabido crear comunidades autónomas desde el Buen Gobierno.

"Alien-Romulus", de ritmo atípico y con un mexicano que se lleva las palmas

Cinetiketas | Jaime López 


Decadencia y nostalgia son las dos principales emociones que transmiten los fotogramas que componen la nueva película de la saga Alien, "Romulus", dirigida por el uruguayo Fede Álvarez, producida por el británico Ridley Scott y fotografiada por el mexicano Galo Olivares, el operador de cámara de "Roma". 

Con un inicio que se cocina a fuego lento, el cual resulta atípico para los cánones de Hollywood y para las generaciones acostumbradas a las ediciones frenéticas, la nueva película sobre el xenomorfo destaca por su ambiente hostil y estética visual. 

Álvarez y Olivares tienen el acierto de homenajear la atmósfera setentera y ochentera de las obras originales, pero a la par, dotan de un nuevo pesimismo y desesperanza a la audiencia. 

El que suscribe este texto está seguro que, con el paso de los años, la fotografía de "Romulus", es decir, de Olivares, no lucirá vieja o anticuada, sino todo lo contrario. Y es que el artista mexicano se luce desde el preámbulo del filme cuando muestra a la protagonista soñando con un sol deslumbrante e imponente. 

El encuadre en cuestión solo dura unos cuantos segundos hasta que es sustituido por un ambiente lúgubre y claustrofóbico, muy oportuno para el tono de la trama. 

En "Romulus", Fede Álvarez y Galo Olivares exhiben una generación condenada a la decadencia, la cual está siendo engullida -literalmente- por la oscuridad. 

A nivel guion, ese elemento encuentra sustento en las actividades laborales que deben ejercer eternamente los protagonistas, jóvenes que solo conocen la luz del sol por sueños y que aspiran a un entorno distinto. 

Sin afán de arruinar elementos clave de la cinta, "Romulus" no solamente recupera la esencia de la película original, sino también plantea un nuevo elemento en su último acto, mismo que tiene que ver con el título y el mito de los hermanos humanos que fueron amamantados por una loba.



"El candidato honesto": Teresa Ruiz y Luisa Huertas son lo mejor de la película



Cinetiketas | Jaime López


Aunque la nueva cinta protagonizada por el comediante Adrián Uribe, "El candidato honesto", es dueña de un ritmo dinámico, su elenco secundario femenino resulta lo más gratificante de la historia.

Ello gracias a las sólidas interpretaciones de Teresa Ruiz y Luisa Huertas, dos talentos comprobados y con una gran trayectoria, que dotan a la película de credibilidad.

La primera da vida a una periodista honesta e idealista, que se convierte en la brújula moral del personaje estelar, un ser que dejó de lado sus convicciones y principios sociales tras dejarse seducir por el poder y los lujos que caracterizan a la actual clase política.

Si bien es cierto que Ruiz ya había interpretado un rol similar en "Ruido", de Natalia Beristáin, en "El candidato honesto" exhibe su habilidad o timing para el género cómico.

Por su parte, Huertas tiene un par de intervenciones breves, pero sustanciosas, de efectos significativos para el protagonista del filme en cuestión.

Ella es la abuela originaria de Catemaco, Veracruz, que en su lecho de muerte realiza un hechizo para que su nieto deje de decir mentiras, algo que le ocasionará a este demasiados problemas en su trabajo diario, en el cual la verdad es una especie en extinción.

Como de costumbre, la actriz hace gala de su experiencia, profesionalismo y temple, así como de su humildad, porque nunca trata de opacar la actuación de Adrián Uribe.


En cuanto al resto de la producción, la historia fluye oportunamente gracias al texto original en en el que se basa: "O candidato honesto", de Brasil.

Aunado a lo anterior, se agradece el gesto de tropicalizar la historia, adaptándola para así poder mostrar algunas coyunturas contemporáneas de la política mexicana.

Ahora bien, entre los aspectos negativos o criticables se pueden mencionar que no hay nada excepcional en cuanto a lo técnico y, además, se percibe sobreactuado Daniel Martínez, quien da vida al magnate que, en las sombras, influye notoriamente en las decisiones de distintos políticos.

«¿Qué comen lxs poetas?» | Ep. #01 Antonio León


Host: Jorge Sosa |

“¿Qué comen lxs poetas?” es un podcast que nace de la idea de que los poetas se mueren de hambre, el propósito del programa es invitar a un poeta en cada episodio para que hable de algo que le guste comer y algo más que consuma diferente a los alimentos.

El primer episodio de “¿Qué comen lxs poetas?” recibió a Antonio León, el poeta de Baja California que compartió su gusto por el ramen y Billie Holiday, además de leer un poema de su libro más reciente “Cuaderno de Courtney Love”.

Éste es un fragmento de la entrevista con Antonio que puede escucharse completa en Spotify y Apple Music.

***

JS: ¿Qué piensas de la idea de que los poetas se mueren de hambre?

AL: Primero tendríamos que decir que en este país, como están las cosas, no morirse de hambre es una suerte, independientemente de a qué te dediques.

Yo soy de una localidad al sur de Ensenada, Baja California, que es un pueblo así bastante de terror donde la mejor fortuna es dedicarse a algo. A mí nunca me dijeron: te vas a morir de hambre si te pones a escribir tus poemitas. A mí lo que mi madre y mis tías me dijeron fue: ah, mira, qué bien, a ti no te van a meter al bote. No como a sus primos. Entonces, pues no sé, creo que lo de no comer nunca estuvo en la mesa. Vamos, no soy de una de estas familias de tradición y abolengo científico o intelectual que de repente dicen: solamente en el mundo de la academia se puede vivir o solamente en el mundo de la ciencia se puede vivir, y ves que los papás tienen una maestría, un postdoctorado y todo. No, en mi caso fue: mira, tú estudia y dedícate a algo y el resto es ganancia. Ya lo de los poemas fue: mira, ahí está. Y en algún momento fue: ah, era en serio.


La primera sección de este programa siempre se va a tratar de un platillo que le guste comer a nuestro invitado y en tu caso, elegiste el ramen.

Me pusiste en aprietos, mi querido Jorge. Me pusiste en aprietos porque tengo gustos bien específicos en cuanto a cosas que me gustan y además como un poco endémicas. Por ejemplo, soy un gran fanático de los tamales pero mayormente son los tamales que hace mi jefa, entonces hay que estar en situación de pueblo pintoresco para comerlos. De repente no soy tan complicado, contigo he ido a comer a este restaurante que está en tu edificio y yo pudiera ir a comer ahí la semana completa, no tengo ningún problema. Pero también está esto otro que es la comida japonesa que me gusta mucho. En la ciudad de la que yo soy, la ciudad cabecera, que es Ensenada, hay una presencia muy fuerte de los japoneses y chinos mayormente, gente que llevó al puerto una cierta forma de hacer preparaciones de mariscos y obviamente la comida de ellos, que se fusionó. En este caso, el ramen a mí me encanta, mayormente pido el tonkutsu que es mi favorito, no pido el picoso porque luego se pasan y le avientan como si se fuera a acabar el mundo.


A mí me gustó mucho tu elección del ramen porque yo siento que mucho de lo que tú haces, mucho de tu trabajo como poeta, no tiene nada de pudor para enlazar referencias de diferentes lugares, productos culturales de otro lado, música, futbol. Uno de tus poemas que me gusta mucho habla de Messi. Veo una exploración de tu mirada en otros lugares, ¿tú sientes que haces mucho eso?

Yo creo que dijiste dos cosas bien interesantes, obviamente esto de ver hacia otros productos de consumo cultural y no nada más de consumo cultural, están los deportes y consumos de otro tipo. Y otra cosa que es que no me da pena, no, yo no tengo ningún problema con hacer referencias directas. Por ahí, en alguno de mis libros, donde sí era como mucho más constante, alguien me decía: para leerlo tengo que estar conectado al buscador. Y entonces, de repente me parece que sacralizamos tanto el poema que la sola necesidad de ir a buscar una referencia ya nos causa problema, ya es como: no, lo tengo que entender todo. Estamos muy casados con entenderlo todo cuando históricamente sabemos que el poema ha sido explorado desde otras latitudes: el sonido, la parte plástica, la grafología, obviamente la sintaxis.

La forma de escribir y producir con el lenguaje no se reduce al significado, no se reduce a: vamos entendiéndolo todo. Entonces no pasa nada si vamos y buscamos, ¿no? Lo hacemos todo el tiempo con otros productos, con el cine, los videoclips, la música.

Yo conozco a gente que conoció hace poquito a Camarón de la Isla, este cantante español, por la Rosalía. Por una parte de una canción que dice: traigo a Camarón en la guantera. Entonces la gente era: ah, ¿cómo?, ¿traía una hielera ahí? Toda una generación nueva lo conoció por esa canción y Camarón es un cantante vital para la cultura del flamenco fusión en España. Entonces, no, yo no tengo ningún problema.

Me pasa algo que me sucede en la vida cotidiana y que creo que es un sentimiento que todos hemos experimentado que es ver algo que te gustaría que una persona o un grupo de personas, tus amigos, estuvieran ahí. Yo siento eso con el poema, yo conozco esto, a lo mejor ustedes no, me gustaría que lo conocieran. Voy a hablar de esta actriz afroamericana de los años 50 porque creo que era gloriosa y porque creo que la máquina de Hollywood la sepultó, como es la maravillosa Miss Dorothy Dandridge, que creo que fue la primera que lo hizo en Hollywood. Y que puedes hacer que funcione en el poema, y si no funciona, pues ahí sigue estando la referencia. Yo creo que el punto clave es que no pasa nada, vamos sacudiéndonos el miedo a no ser un poeta totémico, canónico y que tu oficio sea arder porque en este mundo hay problemas de verdad. En este mundo hay gente que golpea perritos, hay gente que hace cosas terribles. No pasa nada si en un poema tuviste que ir a buscar una cosa a internet, si no te gustó, si es mal poema según tú, no pasa nada.

 

Como una segunda parte de nuestro programa, uno no nada más se alimenta de comida, y le pedí que me ayudara a elegir algo más que fuera parte de su sustento, y eligió a la increíble cantante Billie Holiday de la que tengo que admitir que nunca había escuchado un disco completo seguido, así que me hiciste un gran favor, Antonio.

Qué gusto que te hayas detenido escucharla, es probablemente mi cantante favorita. Yo escucho música de muchos registros, no estoy casado con algo en particular. Soy muy fan de mi Billie Holiday pero también soy muy fan de Madonna o cosas nuevas así como Caroline Polachek que es increíble y hace como cosas de spoken word y de repente te recuerda a cantantes como Kate Bush que también me gusta mucho. Siempre estoy viendo qué está sucediendo pero siempre regreso a Billie Holiday. Me parece que Billie Holiday tiene la cualidad de que cualquier canción la hace sonar bien. Yo creo que si le damos las mañanitas que es una de las canciones que más odio, la podría cantar. Odio las mañanitas y nunca he entendido porque a media canción los convertimos en argentinos, así de “levantate, levantate de mañana”, ¿por qué hablamos así?

Muy bien que la encontraste y que te gustó. El año pasado salió una película en la que se narra el duro momento que ella pasó a causa de una de las canciones de su repertorio, una canción emblemática de su repertorio, que es Strange Fruit en la que ella habla de un linchamiento de afroamericanos y que llega en un momento muy fuerte para todo el discurso de los Estados Unidos que aún soñaban con ser esclavistas. La América blanca que lo veía como una gran pérdida y que tenía grandes problemas para asimilar que eran un pueblo con un pasado así, y cómo todavía seguían segregando a los afroamericanos. La película me parece que es muy muy interesante, la actriz canta los temas con su voz, entonces es una variación también interesante de escuchar. Es un registro muy parecido pero que no se fue con la grabación.


Billie Holiday es una cantante atípica, de repente cambia las notas de las canciones, hay un trabajo formal ahí muy interesante. Algo que leía y que se me hace muy acertado es que Billie Holiday técnicamente inaugura un estilo que ahorita es difícil de diferenciar porque ya muchos intérpretes más lo han retomado pero que no existía.

Sí, bueno, la tradición en la que ella se adscribe de alguna manera tiene que ver uno con los estándares de jazz, dos con esta tradición blusera del sur de Estados Unidos que es hasta un poco spooky, ¿no? De estas canciones de Jimmy Reed, de esas canciones de Robert Johnson que parecen embrujos y en las que se cuentan cosas oscurísimas: violencia, pacto con los espíritus, el diablo te vino a visitar. Es como, ¿qué estaban pensando en el sur galante de Estados Unidos en esa época? Y bueno, también esto que es ya una aportación de Billie que es tomar la influencia de cantantes como Bessie Smith, estas intérpretes que la antecedieron pero que de alguna manera eran mucho más agresivas en el abordaje. La interpretación de Billie es completamente sentida en todo momento, cada sílaba tiene un sentimiento detrás. Es una interpretación que se funde con una cosa que me parece bien importante que es la contención. A ella no le interesa que tú sepas que puede hacer veinte malabares con su voz y que puede alcanzar notas altísimas, a ella lo que le interesa es interpretar, llevar la canción a su terreno, hacerla suya, contártela y la narratividad de la canción. Te desgarra la canción de una manera súper cercana, te está contando algo que te puede pasar a ti. Sus anhelos, sus sueños, los momentos de romance más ligero de algunas canciones como What a little moonlight can do son así completamente, son algo que nos toca directamente y todo eso lo hace con una voz tan vulnerable, tan dulce pero al mismo tiempo con un poder muy especial. Yo ya estoy aquí en un plan muy muy fan, pero para terminar con mi ataque de fan, yo recomiendo mucho su último disco que se llama Lady in Satin. Es un disco de cuando ella ya estaba con problemas muy fuertes con las drogas y su voz lo resiente, su voz ya no era la misma en ese disco, pierde algunos matices muy interesantes pero gana unos tonos graves súper demoledores. Me parece que es un disco escrito desde una parte del sentimiento que no todo el tiempo estamos listos para nombrar. Lady in Satin es un testamento musical de una cantante que ha ido y ha venido del dolor, y ha inaugurado maneras nuevas de dolerse.

 

Como última parte de nuestra de nuestra entrevista, no pude haber soñado un mejor primer invitado para este podcast, te agradezco muchísimo tu tiempo y tu ánimo para esta conversación pero me gustaría mucho saber si nos podrías leer un poema de tu último libro.

Te voy a leer un poema precisamente de Cuaderno de Courtney Love, que es uno de los poemas que no se tratan de Courtney Love. El libro está dividido en dos partes, la primera que es el Cuaderno que son poemas que alguna manera se enlazan con la con la figura de Courtney Love, pero la segunda son poemas sueltos que no tienen que ver gran cosa y el que te voy a leer es un poema de una ocasión en la que yo estaba viendo un documental acerca de la comunidad polaca en la Ciudad en ciudad de México, que en algún momento llegó en una especie de éxodo en plena guerra mundial. Me conmovió mucho lo que una de las señoras contaba y en ese momento me paré a escribir, entonces les voy a leer este poema que se llama Polonia.

***

 

nos pusieron en el barco aquella tarde

 

Hermitage se llamaba el barco

 

diario morían personas a bordo

y no había panteones en el mar

o una losa para llorar por fuera

 

yo recuerdo cuando vertían cadáveres al océano

 

aquel sonido

yo lo tengo tan presente

 

podría estar de vacaciones en una alberca

y reconocerme en el sonido de cuerpos

que entran al agua después de morir

 

yo era una niña de ojos verdes

pero recuerdo los pasos de olmo

 

la línea de clavos al fondo de zapatos

que tuvieron dueños distantes

 

y recuerdo los cadáveres del mar

 

las sonrisas en improbable duelo de dulces

traídos de Polonia

 

porque la felicidad es un simulacro de pieles hendidas

por el verano

 

en que el mar me llevó a otra parte

 

***

El resto de la conversación con Antonio León lo puedes escuchar en Spotify o Apple Music.

Puedes leer más poemas del libro más reciente de Antonio León aquí.

Si quieres saber cuándo sale el próximo episodio, sigue a @jorge_kfgc en Instagram.

Presidente de la AMACC destaca preponderancia de mujeres en entrega del Ariel


Cinetiketas | Jaime López |



De cara a la entrega del premio Ariel 2024, que se llevará a cabo el próximo 7 de septiembre, el presidente de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), Armando Casas, destacó la hegemonía de las mujeres en distintas categorías, entre ellas, la de Mejor Dirección.

En entrevista para Revista Sputnik, el también realizador y productor fílmico celebró que cada vez haya una mayor presencia femenina en las distintas áreas del séptimo arte nacional.

"Son los tiempos que toca que vivamos y ser consecuentes (...) Qué bueno que hay una sensibilidad al respecto y que los propios compañeros, compañeras, están votando por trabajos magníficos que están realizando mujeres", mencionó.

Casas abundó que la hegemonía de artistas y creativas también se puede percibir en las postulaciones a Mejor Ópera prima y Mejor Largometraje Documental.

Además, vaticinó que el día de las premiaciones, habrá más galardones para el sector femenino que para los hombres.

"No lo sabemos, pero creo que este año hay una gran prioridad de que las mujeres ganen bastantes más premios de los que recibieron el año pasado, yo tengo esa impresión", sostuvo.

En otro orden de ideas, el presidente de la AMACC subrayó que, por primera ocasión, todos los Arieles honoríficos o de Oro serán entregados a mujeres: Brigitte Broch (Directora de arte), Angélica María (Actriz y cantante) y Busi Cortés (Cineasta ganadora de la Mención Honorífica en el Festival de Televisión Universitaria de Lima, Perú).

La última de las mencionadas murió en junio pasado, a la edad de 73 años, por lo que su galardón tendrá un carácter especial, ya que se dará de manera póstuma.

Cabe recordar que, en la edición de este año, tres de las cinco personas nominadas a Mejor realización son mujeres: Elisa Miller por "Temporada de huracanes", Lila Avilés por "Tótem" y Tatiana Huezo por "El Eco".

Otra categoría en donde el mayor número de postulaciones recae en mujeres es la de Guión original con Ángeles Cruz por "Valentina o la serenidad", Lila Avilés por "Tótem" y Lucía Carreras por "Todo el silencio".

Deadpool y Wolverine: divertida, pero predecible y repetitiva


Cinetiketas | Jaime López |


La esperada película de Marvel que reúne al sarcástico mercenario, "Deadpool", con el más implacable y famoso integrante de los "X-Men", "Wolverine", resulta entretenida para los seguidores de ambos personajes, pero poco innovadora en su historia y tratamiento.

Si bien la primera cinta clasificación C de los estudios Disney tiene una secuencia inicial de agasajo, que rescata uno de los temas emblemáticos de la boy band NSYNC, su guion no aporta algo fuera de este mundo.

De hecho, a los pocos minutos es predecible el desenlace que van a tener los protagonistas, cuyos conflictos emocionales ya han sido abordados en otras producciones.

A eso hay que agregar el insípido y gastado gag de las decenas de versiones de "Deadpool", que no suma nada a la existencia de la audiencia y que aburre en términos creativos.

Es increíble que los cinco escritores en la nómina, entre los que destaca Ryan Reynolds, el actor que da vida a "Deadpool", no hayan encontrado otras maneras de aprovechar el multiverso.

Eso sí, la película se salva por el homenaje a la extinta compañía 20th Century Fox, cuyas acciones fueron compradas por la casa del ratón para tener el control de varios de sus personajes.

La jugada le salió bien, sobre todo, si se toma en cuenta que "Deadpool y Wolverine" está en camino de convertirse en el filme de adultos más taquillero de todos los tiempos, récord que estaba en manos de "Joker".

Otro elemento que hace amena la obra dirigida por Shawn Levy (realizador de Una noche en el museo) es su oda a las nuevas masculinadades, pues juega con el coqueteo y admiracion del mercenario vestido de rojo hacia el mutante que se regenera.

Algunos analistas celebran la supuesta crítica contra el agotamiento del cine de héroes por incluir en gran parte de la historia "el universo basura", en donde están los personajes fallidos o que ni siquiera vieron la luz en pantalla grande.

En parte es cierto, pero también se siente como una pequeña trampa de los productores para extender una premisa ya conocida.



Pequeña historia sangrienta: un repaso al cine de terror/horror/gore



Jorge Tadeo Vargas |
 

Nota aclaratoria: en este texto se usa la palabra “gore” más como un concepto en el que se engloban todas aquellas películas de violencia explícita, sangre, desmembramientos que podemos ver en algunas películas de los géneros o subgéneros como el slasher, el folk horror, terror y por supuesto algunas que son representativas del gore.

 

Los Inicios

A principios de los años 40, en los Estados Unidos, las grandes compañías cinematográficas formaron, lo que se conoció como el “Studio System”, que fue el método con el que controlaban todos los aspectos del cine; desde la producción, distribución, hasta la exhibición. Con esto mantenían un absoluto y total control dentro de la industria, ahogando a la ya de por sí pobre industria independiente.  

Este monopolio continuó hasta finales de la década de los 40, cuando la Suprema Corte declaró que los estudios, estaban realizando prácticas monopólicas, forzándolos a renunciar al control de los cines. Con esta nueva resolución por parte del gobierno, los grandes estudios se ven en la necesidad de cambiar su estrategia, abandonando las producciones de serie B, dedicándose únicamente a las grandes producciones.

De esa manera abrieron las posibilidades a que productores independientes pudieran manejar temas que la censura de los grandes estudios no se atrevía a tocar, y es así como en 1963, la pareja de productor y director respectivamente David F. Friedman y Gordon Lewis crean Blood Feast, una alucinante historia llena de sangre y desnudos, causando conmoción en la audiencia no acostumbrada a ver tanta sangre en la pantalla. Pero no fue sino hasta 1964, cuando esta misma pareja estrena una versión de un musical de Broadway, que bautizan con el nombre de 2000 Maniacs, que es cuando el gore queda estipulado como género cinematográfico, capaz de vender e interesar a la gente llevando a la saturación del mismo, convirtiendo al cine gore, en una fórmula para vender y no como un medio de expresión fuera de la industria.


El Renacimiento

En 1968 con el medio saturado de películas que utilizaban la sangre como un fin más que como un medio, surge un joven director que utiliza el gore como una herramienta para la crítica social, el cual abre las puertas a una nueva generación de realizadores más comprometidos que vuelven a llevar al género al movimiento independiente y como contestación a las grandes producciones de Hollywood.

Este nuevo director que reinventó el gore o lo llevó hacia otros géneros como es el caso del subgénero zombie fue George A. Romero que con su Nigth of the Living Dead, mostró una sociedad idiotizada y alienada. Con un claro ataque a la guerra de Vietnam y la discriminación racial, Romero dio un punto de vista oscuro y desesperanzador para la sociedad en general, y así les dio paso a directores como John Waters, que con Multiple Maniacs, mostró el mismo punto de vista depresivo de Romero.

Aunque el gore sufrió una metamorfosis con las películas de Romero y Waters, —dejando implícita la sangre y la violencia—, no fue sino hasta 1974 cuando Tobe Hooper redefinió el camino que tomaría el género en los últimos años. Mezclando la violencia excesiva y los litros de sangre con la crítica social.                      

Considerada por la crítica especializada como la mejor película gore de todos los tiempos, The Texas Chainsaw Massacre, muestra una visión caótica y enfermiza de la familia modelo americana, tomando como punto de partida, la vida del serial killer Ed Gein, y retratando de una forma casi perfecta la vida burguesa y alineada de los EEUU. A pesar de que Romero hasta su muerte y Hooper suavizaron un poco su cine, ninguno de los dos ha logrado superar sus óperas primas, sin embargo, ellos dieron pauta para que el gore sirviera a los jóvenes para expresar sus desencantos con la sociedad en la que viven y/o la parte más oscura de esta.

A raíz de esta “nueva actitud” dentro del gore, sirvió para que artistas de otras corrientes mostraran interés de expresarse con esta fórmula. Andy Warhol filma en 1973 Blood for Drácula y Flesh for Frankenstein, dándole al gore cierto aire de cine de autor y permitiendo la llegada de directores noveles que, con sus óperas primas, se volvieron de culto; de esta manera el neoyorquino Abel Ferrara filma El Asesino del Taladro.

El estadounidense y canadiense respectivamente David Lynch y David Cronenberg, nos presentan Eraserhead y Shivers. El italiano Darío Argento que con su filme Suspiria coquetea con esta clase de cine sin mucho éxito y regresa a su forma convencional dándonos grandes películas de terror.

Cabe señalar que, aunque el “gore de autor” no fue una corriente de mucho éxito y sus creadores no se mantuvieron, de vez en cuando podemos disfrutar pinceladas de sangre y violencia en sus filmes, recordándonos lo que son capaces de hacer.


Los 80’s la decadencia y cumbre del género

Para principios de la década de los 80’s, el cine gore, decayó, en cuanto a calidad y forma, volviéndose un género (slasher) para adolescentes, con películas como Halloween de John Carpenter que con el tiempo, se volvería uno de los pocos directores de esta corriente capaz de sobresalir, Zombie de George Romero que intenta volver a sus grandes glorias sin conseguirlo, Friday the 13th, que comienza con las grandes sagas donde lo que importa es la película y no el realizador y Nigthmare on the Elm Street de Wes Craven que ya había mostrado su capacidad a principios de los 70’s con The Last House on the Left. Con Nigthmare on the Elm Street intenta crear un nuevo estilo manejando sangre, terror y humor sin conseguir quitarse la etiqueta que a la larga sería llamada Teenage Horror Movie, es decir filmes que solo servían para mostrar desnudos y sangre como en sus inicios, llevando esta vez a los grandes estudios a participar de la tajada que estaban dejando y poniendo las grandes producciones a la par del cine gore ( Friday the 13th se encuentra en la lista de las 15 películas más taquilleras, junto al The Exorcist y Jaws, dos películas de estudio que juegan con el gore para asustar a un público poco conocedor del género).


A la par de este estancamiento, surge un joven de 18 años que, con un presupuesto menor al sueldo de cualquier camarógrafo de Hollywood, fue quien revolucionaría el género cuando junto a su hermano y un grupo de amigos filma Evil Dead, filme que maneja el humor y la sangre por partes iguales, causando al espectador cierta angustia, en los momentos más ridículos y extravagantes.

Este joven de nombre Sam Raimi se convertiría como ya le había pasado en la década anterior a Tobe Hooper en el ejemplo a seguir dentro de la industria y permitiendo a una nueva generación de directores expresar su arte con poco dinero, mucha imaginación, violencia, humor y sangre.

A la par del gore americano, resurge en Italia el Mondo o Cinè Veritè, que mostraba el lado más extremo del género y cintas como Snuff de Michel y Roberta Findlay y Mondo Caníbal y/o Holocausto Caníbal, de R. Deodato, hicieron temblar a la audiencia, asegurando que las escenas eran reales, un subgénero que duró poco y que aún se mantiene con un puñado de fans, y el cual merece un artículo aparte por la patología del mismo.

En América nacen dos parejas, que aun a la fecha siguen siendo los amos y señores del género. Nos referimos a los creadores de la saga de Maniac Cop y Re-Animator, filmes hechos por Larry Cohen y William Lusting la primera, y Brian Yuzna y Stuart Gordon la segunda.

A pesar de la calidad y la influencia de Raimi en sus películas, amén de que Re-Animator y Maniac Cop, son dos películas de culto, no fue hasta 1987 cuando un australiano consiguió, lo que Raimi quiso plasmar en Evil Dead (consiguiéndolo en las dos secuelas de ésta), que es el humor como principal ingrediente del género y la sangre y la violencia como sátira del mismo.

Este australiano de nombre Peter Jackson redescubrió el gore con la magnífica cinta Bad Taste (curiosamente este filme fue grabado de la misma manera que Raimi lo hizo con el suyo, con poco dinero y con la ayuda de sus amigos, recibiendo ambas una gran acogida en el Festival de Cannes, cada una en su tiempo) y refirmándolo con su obra cumbre dentro del género Braindead.

Este género después de Peter Jackson no volvió a ser el mismo y mantuvo una línea por mucho tiempo, manejándose en la industria independiente y volviéndose tan underground, que sus fans son vistos como bichos raros por otros cinéfilos.


El fin de una Era

Para la década de los noventa el género se volvió poco comercial como tal, pero muy comercial como fórmula y directores que de cierta manera provenían de él o crecieron con él, lo vendieron a Hollywood como una fórmula nueva, maquillado de películas novedosas; podemos ver a Quentin Tarantino, Robert Rodríguez y hasta el mismo Steven Spielberg, utilizarlo para atraer jóvenes y de esta manera subsistir en el viciado y poco original medio de las grandes producciones.

El Slasher o el Teenage Horror Movie tuvo su revival con sagas como Scream –que se mantiene a la fecha- y Final Destination, entre otras que utilizaron la fórmula para lograr éxito masivo.


Siglo XXI: la corrección política, el cine de arte, la presunción y el intento de regresar a sus raíces

El cine de terror/horror/gore de finales de la primera década del siglo XXI sufrió de un intento de la industria de venderlo más allá de los fans más aferrados, sin embargo esto no resultó como se esperaba hasta años recientes cuando de la mano de la productora A24, se intentó venderlo como “cine de arte” y comenzó a crear todo un mercado, que tomando ciertos elementos del cine de terror/horror/gore, se ha logrado posicionar con una nueva generación de espectadores. Aunado a esto, con la corrección política y la nostalgia como estandarte, sagas que surgieron en la década de los setentas y ochentas como Halloween y Child’s Play entre otras, tienen su segundo aire, por llamarlo de alguna forma, pero desde una idea políticamente correcta, donde la violencia sin sentido y la sangre, han desaparecido para darle entrada a otra forma de ver este subgénero.

Sim embargo el terror, el horror, el gore se han destacado por reinventarse cada vez que caen en las garras de lo establecido, esta corriente cinematográfica siempre ha logrado tomar un camino diferente cada vez que Hollywood encuentra su fórmula. Hoy de cierta forma el subgénero más allá de una fórmula comercial, ha regresado a donde pertenece, por lo que es fácil encontrar cine que cumpla con los estándares, logrando sobrevivir y aunque películas como Terrifier y Thanksgiving lograron el éxito comercial, son claramente una pequeña parte de lo que se mantiene alejado del mainstream.



Desde el (auto) exilio en los bosques de Klatch City
Jorge Tadeo Vargas: sobreviviente de Ankh-Morpork, activista, escritor, traductor, anarquista, pero sobre todo panadero casero y padre de Ximena.
Desde hace años construye una caja de herramientas para sobrevivir.
A veces viaja a Mundodisco
© Copyright | Revista Sputnik de Arte y Cultura | México, 2022.
Sputnik Medios