Regularmente, las adaptaciones fílmicas de joyas literarias suelen decepcionar a quienes amaron la obra original. No es el caso de "Pedro Páramo", la ópera prima del prestigiado cinefotógrafo mexicano, Rodrigo Prieto.
Sin ninguna intención de arruinar la experiencia de verla, la versión del nominado al Oscar comienza de la misma manera que la novela escrita por Juan Rulfo, con esa icónica frase expresada por el personaje de "Juan Preciado".
Así, desde el comienzo de la cinta, Prieto demuestra porque es uno de los mejores retratistas, no sólo del territorio nacional, sino del mundo, en donde ha sido galardonado su buen ojo en festivales como los de Venecia o San Sebastián
Con encuadres elegantes y meticulosos, el creativo traslada el universo onírico plasmado por la pluma de Rulfo, entrelazando la realidad y fantasía de los protagonistas.
Eso implica que las personas que no han leído la novela puedan confundirse con la narrativa del filme, porque Prieto es sumamente fiel a la propuesta original.
Cabe recordar que, en su debut, la novela de "Pedro Páramo" fue rechazada e incomprendida, porque Rulfo rompió con los tiempos y espacios tradicionales de la época, es decir, no contó la historia de forma lineal.
Prieto hace lo mismo, pero en imágenes, y respetando los diálogos primigénitos, es decir, conservando las frases, palabras y modismos de la década de los cincuenta del siglo pasado.
Eso último dejará complacida a la fanaticada de Rulfo, en especial, a la que sentía temor por la visión del fotógrafo de "Un embrujo", "Barbie", "Los asesinos de la luna" y "Brokeback mountain".
De ese modo, Prieto captura la esencia de "Comala", ese pueblo venido a menos, no solamente gracias a su excelsa fotografía, sino también por sus oportunos diseño de arte y efectos visuales. Ojo a las secuencias en las que "Juan Preciado" conoce a la pareja de hermanos que caen en incesto o cuando trata de huir de la comunidad en la que vivió su madre.
Sin temor a equivocarme, esas son las mejores escenas de la cinta, en donde el realizador da muestra de su madurez visual, así como de su talento en la dirección.
Acerca del elenco, probablemente no todos los perfiles coincidan con la manera en que las y los lectores se imaginaban a los personajes de la novela.
No obstante, Manuel García-Rulfo da en el clavo con las características de "Pedro Páramo", ese hijo de la Revolución Mexicana menospreciado por sus progenitores, que se transformó en un cruel cacique, el cual no conocía la sonrisa.
En tanto, Dolores Heredia, Ilse Salas y Giovana Zacarías resaltan por su entrega al interpretar cabalmente a "Eduviges", "Susana" y "Dorotea", respectivamente, tres mujeres marcadas por el dolor y los fantasmas de su pasado.
Considerado un clásico de la literatura hispanoamericana, el "Pedro Páramo" de Prieto sale avante gracias a su epidérmico cariño hacia el material original.