Pequeña historia sangrienta: un repaso al cine de terror/horror/gore

El gore se ha destacado por reinventarse cada vez que cae en las garras de lo establecido, esta corriente siempre ha logrado apartarse de Hollywood.


Jorge Tadeo Vargas |
 

Nota aclaratoria: en este texto se usa la palabra “gore” más como un concepto en el que se engloban todas aquellas películas de violencia explícita, sangre, desmembramientos que podemos ver en algunas películas de los géneros o subgéneros como el slasher, el folk horror, terror y por supuesto algunas que son representativas del gore.

 

Los Inicios

A principios de los años 40, en los Estados Unidos, las grandes compañías cinematográficas formaron, lo que se conoció como el “Studio System”, que fue el método con el que controlaban todos los aspectos del cine; desde la producción, distribución, hasta la exhibición. Con esto mantenían un absoluto y total control dentro de la industria, ahogando a la ya de por sí pobre industria independiente.  

Este monopolio continuó hasta finales de la década de los 40, cuando la Suprema Corte declaró que los estudios, estaban realizando prácticas monopólicas, forzándolos a renunciar al control de los cines. Con esta nueva resolución por parte del gobierno, los grandes estudios se ven en la necesidad de cambiar su estrategia, abandonando las producciones de serie B, dedicándose únicamente a las grandes producciones.

De esa manera abrieron las posibilidades a que productores independientes pudieran manejar temas que la censura de los grandes estudios no se atrevía a tocar, y es así como en 1963, la pareja de productor y director respectivamente David F. Friedman y Gordon Lewis crean Blood Feast, una alucinante historia llena de sangre y desnudos, causando conmoción en la audiencia no acostumbrada a ver tanta sangre en la pantalla. Pero no fue sino hasta 1964, cuando esta misma pareja estrena una versión de un musical de Broadway, que bautizan con el nombre de 2000 Maniacs, que es cuando el gore queda estipulado como género cinematográfico, capaz de vender e interesar a la gente llevando a la saturación del mismo, convirtiendo al cine gore, en una fórmula para vender y no como un medio de expresión fuera de la industria.


El Renacimiento

En 1968 con el medio saturado de películas que utilizaban la sangre como un fin más que como un medio, surge un joven director que utiliza el gore como una herramienta para la crítica social, el cual abre las puertas a una nueva generación de realizadores más comprometidos que vuelven a llevar al género al movimiento independiente y como contestación a las grandes producciones de Hollywood.

Este nuevo director que reinventó el gore o lo llevó hacia otros géneros como es el caso del subgénero zombie fue George A. Romero que con su Nigth of the Living Dead, mostró una sociedad idiotizada y alienada. Con un claro ataque a la guerra de Vietnam y la discriminación racial, Romero dio un punto de vista oscuro y desesperanzador para la sociedad en general, y así les dio paso a directores como John Waters, que con Multiple Maniacs, mostró el mismo punto de vista depresivo de Romero.

Aunque el gore sufrió una metamorfosis con las películas de Romero y Waters, —dejando implícita la sangre y la violencia—, no fue sino hasta 1974 cuando Tobe Hooper redefinió el camino que tomaría el género en los últimos años. Mezclando la violencia excesiva y los litros de sangre con la crítica social.                      

Considerada por la crítica especializada como la mejor película gore de todos los tiempos, The Texas Chainsaw Massacre, muestra una visión caótica y enfermiza de la familia modelo americana, tomando como punto de partida, la vida del serial killer Ed Gein, y retratando de una forma casi perfecta la vida burguesa y alineada de los EEUU. A pesar de que Romero hasta su muerte y Hooper suavizaron un poco su cine, ninguno de los dos ha logrado superar sus óperas primas, sin embargo, ellos dieron pauta para que el gore sirviera a los jóvenes para expresar sus desencantos con la sociedad en la que viven y/o la parte más oscura de esta.

A raíz de esta “nueva actitud” dentro del gore, sirvió para que artistas de otras corrientes mostraran interés de expresarse con esta fórmula. Andy Warhol filma en 1973 Blood for Drácula y Flesh for Frankenstein, dándole al gore cierto aire de cine de autor y permitiendo la llegada de directores noveles que, con sus óperas primas, se volvieron de culto; de esta manera el neoyorquino Abel Ferrara filma El Asesino del Taladro.

El estadounidense y canadiense respectivamente David Lynch y David Cronenberg, nos presentan Eraserhead y Shivers. El italiano Darío Argento que con su filme Suspiria coquetea con esta clase de cine sin mucho éxito y regresa a su forma convencional dándonos grandes películas de terror.

Cabe señalar que, aunque el “gore de autor” no fue una corriente de mucho éxito y sus creadores no se mantuvieron, de vez en cuando podemos disfrutar pinceladas de sangre y violencia en sus filmes, recordándonos lo que son capaces de hacer.


Los 80’s la decadencia y cumbre del género

Para principios de la década de los 80’s, el cine gore, decayó, en cuanto a calidad y forma, volviéndose un género (slasher) para adolescentes, con películas como Halloween de John Carpenter que con el tiempo, se volvería uno de los pocos directores de esta corriente capaz de sobresalir, Zombie de George Romero que intenta volver a sus grandes glorias sin conseguirlo, Friday the 13th, que comienza con las grandes sagas donde lo que importa es la película y no el realizador y Nigthmare on the Elm Street de Wes Craven que ya había mostrado su capacidad a principios de los 70’s con The Last House on the Left. Con Nigthmare on the Elm Street intenta crear un nuevo estilo manejando sangre, terror y humor sin conseguir quitarse la etiqueta que a la larga sería llamada Teenage Horror Movie, es decir filmes que solo servían para mostrar desnudos y sangre como en sus inicios, llevando esta vez a los grandes estudios a participar de la tajada que estaban dejando y poniendo las grandes producciones a la par del cine gore ( Friday the 13th se encuentra en la lista de las 15 películas más taquilleras, junto al The Exorcist y Jaws, dos películas de estudio que juegan con el gore para asustar a un público poco conocedor del género).


A la par de este estancamiento, surge un joven de 18 años que, con un presupuesto menor al sueldo de cualquier camarógrafo de Hollywood, fue quien revolucionaría el género cuando junto a su hermano y un grupo de amigos filma Evil Dead, filme que maneja el humor y la sangre por partes iguales, causando al espectador cierta angustia, en los momentos más ridículos y extravagantes.

Este joven de nombre Sam Raimi se convertiría como ya le había pasado en la década anterior a Tobe Hooper en el ejemplo a seguir dentro de la industria y permitiendo a una nueva generación de directores expresar su arte con poco dinero, mucha imaginación, violencia, humor y sangre.

A la par del gore americano, resurge en Italia el Mondo o Cinè Veritè, que mostraba el lado más extremo del género y cintas como Snuff de Michel y Roberta Findlay y Mondo Caníbal y/o Holocausto Caníbal, de R. Deodato, hicieron temblar a la audiencia, asegurando que las escenas eran reales, un subgénero que duró poco y que aún se mantiene con un puñado de fans, y el cual merece un artículo aparte por la patología del mismo.

En América nacen dos parejas, que aun a la fecha siguen siendo los amos y señores del género. Nos referimos a los creadores de la saga de Maniac Cop y Re-Animator, filmes hechos por Larry Cohen y William Lusting la primera, y Brian Yuzna y Stuart Gordon la segunda.

A pesar de la calidad y la influencia de Raimi en sus películas, amén de que Re-Animator y Maniac Cop, son dos películas de culto, no fue hasta 1987 cuando un australiano consiguió, lo que Raimi quiso plasmar en Evil Dead (consiguiéndolo en las dos secuelas de ésta), que es el humor como principal ingrediente del género y la sangre y la violencia como sátira del mismo.

Este australiano de nombre Peter Jackson redescubrió el gore con la magnífica cinta Bad Taste (curiosamente este filme fue grabado de la misma manera que Raimi lo hizo con el suyo, con poco dinero y con la ayuda de sus amigos, recibiendo ambas una gran acogida en el Festival de Cannes, cada una en su tiempo) y refirmándolo con su obra cumbre dentro del género Braindead.

Este género después de Peter Jackson no volvió a ser el mismo y mantuvo una línea por mucho tiempo, manejándose en la industria independiente y volviéndose tan underground, que sus fans son vistos como bichos raros por otros cinéfilos.


El fin de una Era

Para la década de los noventa el género se volvió poco comercial como tal, pero muy comercial como fórmula y directores que de cierta manera provenían de él o crecieron con él, lo vendieron a Hollywood como una fórmula nueva, maquillado de películas novedosas; podemos ver a Quentin Tarantino, Robert Rodríguez y hasta el mismo Steven Spielberg, utilizarlo para atraer jóvenes y de esta manera subsistir en el viciado y poco original medio de las grandes producciones.

El Slasher o el Teenage Horror Movie tuvo su revival con sagas como Scream –que se mantiene a la fecha- y Final Destination, entre otras que utilizaron la fórmula para lograr éxito masivo.


Siglo XXI: la corrección política, el cine de arte, la presunción y el intento de regresar a sus raíces

El cine de terror/horror/gore de finales de la primera década del siglo XXI sufrió de un intento de la industria de venderlo más allá de los fans más aferrados, sin embargo esto no resultó como se esperaba hasta años recientes cuando de la mano de la productora A24, se intentó venderlo como “cine de arte” y comenzó a crear todo un mercado, que tomando ciertos elementos del cine de terror/horror/gore, se ha logrado posicionar con una nueva generación de espectadores. Aunado a esto, con la corrección política y la nostalgia como estandarte, sagas que surgieron en la década de los setentas y ochentas como Halloween y Child’s Play entre otras, tienen su segundo aire, por llamarlo de alguna forma, pero desde una idea políticamente correcta, donde la violencia sin sentido y la sangre, han desaparecido para darle entrada a otra forma de ver este subgénero.

Sim embargo el terror, el horror, el gore se han destacado por reinventarse cada vez que caen en las garras de lo establecido, esta corriente cinematográfica siempre ha logrado tomar un camino diferente cada vez que Hollywood encuentra su fórmula. Hoy de cierta forma el subgénero más allá de una fórmula comercial, ha regresado a donde pertenece, por lo que es fácil encontrar cine que cumpla con los estándares, logrando sobrevivir y aunque películas como Terrifier y Thanksgiving lograron el éxito comercial, son claramente una pequeña parte de lo que se mantiene alejado del mainstream.



Desde el (auto) exilio en los bosques de Klatch City
Jorge Tadeo Vargas: sobreviviente de Ankh-Morpork, activista, escritor, traductor, anarquista, pero sobre todo panadero casero y padre de Ximena.
Desde hace años construye una caja de herramientas para sobrevivir.
A veces viaja a Mundodisco
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