Cinetiketas | Jaime López
Aunque la nueva cinta protagonizada por el comediante Adrián Uribe, "El candidato honesto", es dueña de un ritmo dinámico, su elenco secundario femenino resulta lo más gratificante de la historia.
Ello gracias a las sólidas interpretaciones de Teresa Ruiz y Luisa Huertas, dos talentos comprobados y con una gran trayectoria, que dotan a la película de credibilidad.
La primera da vida a una periodista honesta e idealista, que se convierte en la brújula moral del personaje estelar, un ser que dejó de lado sus convicciones y principios sociales tras dejarse seducir por el poder y los lujos que caracterizan a la actual clase política.
Si bien es cierto que Ruiz ya había interpretado un rol similar en "Ruido", de Natalia Beristáin, en "El candidato honesto" exhibe su habilidad o timing para el género cómico.
Por su parte, Huertas tiene un par de intervenciones breves, pero sustanciosas, de efectos significativos para el protagonista del filme en cuestión.
Ella es la abuela originaria de Catemaco, Veracruz, que en su lecho de muerte realiza un hechizo para que su nieto deje de decir mentiras, algo que le ocasionará a este demasiados problemas en su trabajo diario, en el cual la verdad es una especie en extinción.
Como de costumbre, la actriz hace gala de su experiencia, profesionalismo y temple, así como de su humildad, porque nunca trata de opacar la actuación de Adrián Uribe.
En cuanto al resto de la producción, la historia fluye oportunamente gracias al texto original en en el que se basa: "O candidato honesto", de Brasil.
Aunado a lo anterior, se agradece el gesto de tropicalizar la historia, adaptándola para así poder mostrar algunas coyunturas contemporáneas de la política mexicana.
Ahora bien, entre los aspectos negativos o criticables se pueden mencionar que no hay nada excepcional en cuanto a lo técnico y, además, se percibe sobreactuado Daniel Martínez, quien da vida al magnate que, en las sombras, influye notoriamente en las decisiones de distintos políticos.