De
economía local a nacional
Todos los días en el río de Coyuca de
Benítez, Guerrero, aparecen cadáveres humanos. Algunos desmembrados, otros
baleados. Pero los pobladores y las autoridades ya no dicen nada ni los
reclaman; sólo les echan cal y les dan la bendición. Lo curioso de todo esto es
que también han aparecido cuatetes alimentándose de los restos humanos. Y eso,
sin duda alguna, ha sido una bendición porque hacía muchos años que nos los
veíamos en el río. Desde luego que los pescadores están felices por tal
milagro. Ahora mi tierra es el principal exportador de cuatete a nivel
nacional.
Tarde
oscura
La última tarde que nos vimos fue en un
bar de Coyoacán. Tomamos vino, whisky, ron, mezcal y cerveza oscura. Entre copa
y copa nos dio por hablar de cine, novelas, política fiscal, guerras, viajes, alimentos
transgénicos y humanoides. También recordamos la ocasión que visitamos el
zoológico y nos echamos a reír por lo estúpido que se veían los chimpancés
apareándose. No dejaba de escucharte. Tu boca era un enorme volcán escupiéndolo
todo. Hacía falta, dijiste y exhalaste hondo, como si dejaras escapar tu alma a
propósito. Entones sequé tus delgadas lágrimas con una servilleta y te dije que
ya era hora de marcharnos o no alcanzaríamos abierto el Metro. Pero afuera
estaba oscuro, callado, desértico. Y nos quedamos absortos, inmóviles, tomados
de la mano como si jamás nos fuéramos a separar.
Único
Qué hombre tan torpe, tan sucio, tan
vacío, tan falto de educación. No sé cómo pude soportarlo tanto tiempo. ¡Pero
Dios, ninguno cogía como él!
Fitnees
girl
Soy una chica apasionada por la vida que
disfruta al máximo cada instante. Amo mantenerme sana y cuidar mi figura. Como chica
modelo, el éxito consiste en disciplina. No lo olviden. Amigas mías que sufren
de sobrepeso: les aconsejo que después de comer vayan al baño a vomitar. A mí
me funciona.
Amuleto
de la suerte
Lo encontré a mitad de camino, rumbo a la
escuela. Ni temor ni asco me provocó. Lo levanté como si nada y lo guardé en mi
mochila. ¡Mi amuleto de la suerte!, dije. A la hora del recreo se los mostré a
mis amigos. Algunos vomitaron, otros gritaron; yo sólo me reí. Unas compañeras
me acusaron con la maestra y de inmediato me llevaron a la dirección. El
director y la maestra no podían creerlo y me ordenaron deshacerme de él o me
traería graves consecuencias conservarlo. ¡No, es mío!, les grité. Ambos me
amenazaron con expulsarme de la escuela si no lo hacía. En respuesta les mostré
en señal obscena el dedo medio que me había encontrado en la calle y les
solicité mis papeles cuanto antes.
De
nuevo en casa
Nació en un estado violento y en un hogar
pobre. Nació homosexual y aspiró a ser gay. Se marchó a la Ciudad de México
para cumplir su sueño de ser millonario mas nunca lo logró. Después de tantos
años regresó a su tierra con el corazón y trasero rotos.
Sobre
advertencia no hay aviso
Disculpen que siempre me contradiga.
Resulta que mis yoes nunca se ponen de acuerdo.
Tenga
para que aprenda
Por lujurioso, mi corazón fue castigado
con todas las de la Ley de la Vida: amarás sin ser amado.
Partir
con valor
Quitarme la vida no me hace cobarde. Sólo
me adelanto valientemente hacia lo desconocido.
A quien corresponda
Por medio de la presente
informo a usted
que renuncio a la poesía.
Sucede que me aburro de los rockstars,
de las tribus urbanas, de los
cazarrecompensas
y lingüistas adoctrinadores.
Tampoco tuve talento para comediante.
Así que, por favor,
no me vuelvan a invitar a sus lecturas en
voz alta.
La paga era una miseria
y hacer corajes o berrinches
sólo me ocasionaba diarreas y migrañas.
Le recuerdo, una vez más, que ni sádicos,
ni románticos, ni futuristas poemas
destacaron más en mi lista.
Me retiro a tiempo por
prescripciones médicas,
ya que podía terminar
internado en un hospital psiquiátrico
o enjaulado en un zoológico.
Usted disculpe mis ratos
de rabia y melancolía,
pero ya no estoy para
semejantes trotes infantiles,
ni para pasar noches enteras en vela
y fumando marihuana.
En pocas palabras: perdí la fe en la
poesía.
Tengo que saldar mis deudas con el banco
o me embargarán la casa.
Además me urgen vacaciones
y mi automóvil necesita neumáticos nuevos.
También he de confesarle que
hace un mes me dejó mi esposa por un
abogado.
Ojalá me comprenda.
Quedan en el escritorio la computadora,
los lapiceros,
los libros firmados y mi vieja libreta de
apuntes.
Ésta última le ordeno que la tire
a la basura o la queme cuanto antes.
No se preocupe por la liquidación,
suficiente tengo con la venta
de ropa usada en el mercado.
Sin otro particular por el momento,
reciba mis más sinceras condolencias.
Franco García (Guerrero, 1987). Ha publicado en Punto de partida, Punto en línea, Ágora, Opción, Mono, La otra voz, Trinchera, Acapulco Cultura, Minificción, Monolito, Rankia, Palabrerías, Zompantle, Capote, Enpoli, Sputnik, Periódico Poético, Revista Noche Laberinto, Letras y Voces, Irradiación, Campos de Plumas, entre otras. Parte de su obra ha aparecido en antologías de minificciones y cuentos.