'Tristera' es el nombre de la obra ganadora del Premio Nacional de Poesía Tijuana 2022, otorgada al poeta, artista y guionista chiapaneco Fernando Trejo, quien bajo el seudónimo 'Pequeño' resultó ganador del certamen literario convocado por el Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMAC) de Tijuana.
De acuerdo con la apreciación del jurado, 'Tristera' es una obra a contracorriente de las tendencias formales de la actualidad poética y desarrolla, redondea y sostiene un discurso de carácter íntimo. Expresa la indignación por la pérdida y la ausencia, en este caso, la del padre.
La obra fue elegida de entre 70 trabajos participantes y se hizo acreedora a la publicación e impresión de 500 ejemplares, una placa conmemorativa y 70 mil pesos. La entrega del premio se realizará oficialmente el 16 de diciembre del año en curso.
Tristera (selección de poemas)
Fernando Trejo
Las manos de mi padre
Mi
padre tenía las manos duras y grandes.
Difícil
caricia era una caricia suya.
No
es que le costara
sino
que su amor
halagaba
tosco, mimaba áspero.
Siempre
me bendijo después de cierta edad.
Como
si crecer le trajera la fe de alguna parte.
A
sus últimas veces le agradecía con un abrazo largo.
Pero
una noche lo llevé al hospital
y
nadie dijo nada.
Lo
internamos 3 semanas en la cara fría
de
la muerte.
Recordé
que William James propuso una teoría:
se
requiere de un proceso de 21 días para crear un hábito.
Si
repetimos la constante se vuelve una conducta.
Entonces
mi padre
es
también aprendizaje.
Aprendimos
sin él a comportarnos.
Álbumes
incompletos
Nunca
fui un buen coleccionista.
No
completé ninguno de mis álbumes.
Si
acaso llené
una
caja con viejos timbres postales
cuando
mi madre me heredó la filatelia.
Nunca
les di el uso que deseaban
las
tarjetas de Marvel,
ni
acaricié el lomo de las tabas
que
Coca cola
lanzó
como Hielocos
una
tarde de 1997.
No,
nunca fui un gran coleccionista.
Pero
me conformo
con
la vieja caja de zapatos
donde
desde hace más de treinta años
confluye
incompleta,
mi
colección de fracasos.
Mi
padre fue un caballo que bailaba en el fuego
No
recuerdo la hazaña en que tu padre
rescató
a un hombre de quemarse.
Esto
me dijo Tucsón, —su amigo de brigada
de
salvamento—, en un mensaje
el
día de su muerte.
Imagino
a mi padre entrando a la garganta de un dragón ardiendo
sin
importarle las fauces abiertas y los colmillos de fuego.
Imagino
a mi padre como un tigre de bengala
cruzando
ambos mundos
por
el centro de un aro incendiado.
Mi
padre fue un caballo que bailaba en el fuego.
Un
hombre ronco que ardía.