Alejandra Pizarnik, in memoriam
sábado, 18 de
diciembre
sueño
anterior a cualquier deseo mío de cerrar los ojos y entrar en lo oscuro yace tu cuerpo en manantiales de
alquitrán incendio en mis bosques eres mi cielo no hay cenizas aún ni de lejos los buitres te buscan en los llanos
una muchacha
en llamas al filo de la noche eres ¿qué habrá en mis ojos cuando te crucen?
si los astros son propicios las marcas de nuestros cuerpos arderán porque no reconoces ya las
palabras que te nombran ni son para ti suficientes los desiertos de mis labios no hay certeza en estos días en que los
lazos no unen ya nunca a nadie || mas en el fondo de los mares duermen pasivas las sirenas a veces con los silencios de la luna las
ideas sobre los demás son confusas
he terminado
por creer que también tú miras como yo:
con los ojos
en las manos buscando a tientas la fatiga de los días
que son
plegarias tácitas de un silencio desasosegado
que es verdad
la voz de mis tambores y corren de mis aguas precipitadas las afrentas del
destierro
no
será desierto el mirarte ni las nubes cubrirán de frío nuestros cuerpos
desnudos al atardecer dichosa
seré de saberme mirado por tus ojos de invierno que de mis surcos arrancan las
desdichas y habitan en mí de mis adentros toman sus frutos
tirando de mis bosques hacia abajo en el imposible encuentro de alguien que
ama y alguien que es amado
quisiera estar
sola y escribirte escribir para
mí | escribir mi vida quisiera
estar solo escribir las vidas que
nunca fui
tu ausencia es
pretexto para amarte a mi gusto en estas ruinas
tu ausencia es
milagro para sentirte aquí conmigo
fuimos dos
muchachos en llamas en las fauces del encierro
si vinieras
una sola vez
si una sola
vez estuvieras junto a mí hablando
de sueños y nimiedades de mares ocultos de arcanos símbolos en
nuestros cuerpos si estuvieras aquí no te amaría de esta
manera acabada y perfecta pero no vienes a mí y las águilas
devoran mis entrañas pero no vienes porque habitas otras
eternidades lo
sé toda la vida lo supe y
a pesar de las tempestades sé perfectamente que te amo y en lo
profundo de mi vientre tengo la certeza de que sonríes a miles de kilómetros en algún lugar sagrado
rodeada de
humo y celebraciones de deliciosos cuerpos jóvenes y
rostros inmaculados y en mis hirvientes
pozos de miseria siento tu sonrisa atravesar mis cenizas
porque entre
tu cuerpo y el mío hay multitudes distancias
infranqueables de hecatombes
porque entre
tu pecho y el mío hay ciudades enteras con sus luces y laureles
no sabré de
ti ocultar mis delirios ni los fríos sudores de mi mirada extraviada porque
mereces mi cielo
un amor menos
salvaje
menos
terrible e inútil que el que te ofrezco || puedo sentir la respuesta de tu
cuerpo en los páramos de mi claustro puedo
sentir amarte y odiarte en la desolada extensión de mi amor en los inexistentes límites de mis
furias pero no puedo sentir tu mirada
sobre mi pecho desnudo ni predecir el movimiento de tus manos sobre mis muslos
vacíos
no puedo
predecir tus sonrisas
tus caricias
tu placer
no puedo
predecir el disgusto de mirarme vacía alterada negligente terco ausente en
silencio mirándote posar al viento tus brazos heroicos tus labios de siglos
enterrados sobre los míos rotos por el fragor de tu ausencia a veces quisiera construir para ti un
palacio real con las piedras que arranco de mis adentros
iluminar con mi sangre tus antorchas
quisiera a
veces insultar tu recuerdo bailar
sobre tus huesos y decir:
si
estuvieras muerto escupiría tus ojos te insultaría y te golpearía porque me has dejado tanto tiempo
sola
abandonado bajo las astillas del
recuerdo amándote tristemente en los
abismos de una soledad grotesca y pestilente, hecha de tu cuerpo invisible y
de mi deseo por ti que sólo morirá conmigo y
aun así te amaré me arrojaré a tu
encuentro te obligaré a todas
las posturas posibles e imposibles de un acto amoroso que necesitará cumplirse aquí abajo todo es ilusión y hasta un idiota como
yo es capaz de comprender que este amor es lo más mágico de este mundo
pero no dejes
que te odie pensar en ti con odio
es respirar agujas oxidadas sé misericordiosa conmigo y cúrame de ti cúrame
de tu cuerpo que merece un amor más articulado y bello que el que no me deja
respirar en estos instantes déjame inundar tus manos con mis cielos arrulla de mi locura los
espejos pídeme que te olvide que sea sana prudente sensato
sálvame de ti
es más fácil
escribirlo que decirlo es más fácil
marcar sobre mi cuerpo los designios de los ángeles mas nunca me leerás ni sabrás de mí
ni sabrás que te imploro misericordia mas
nunca serás de mi vientre la salvación por
eso querido te suplico de rodillas ante los montes de tu
templo cuando me veas correr por el
bosque como cierva vulnerada una noche de entre tantas otras hostil
enemiga o demasiado servil o huyendo de ti para irme con otros hacia
el profundo cuerpo del océano que sepas que es por ti porque apenas y
reconozco tu lengua porque
apenas y reconozco tus cicatrices porque
no sabría decirme quién soy ahora ni
sabría decir con palabras de este mundo
que partió de
mí un barco llevándote o
que vives en mí y en mí mueres noche tras noche tras noche y en mí amaneces abrasada al recuerdo de
la humedad de tus labios a la humedad de mis labios porque no sabría
explicarte con palabras de este u otro mundo (sabemos ambos que no se
trata de gramática ni de riqueza de vocabulario) que esto es un aullido
antes del amanecer || querida
no tienes ni idea de cuánto me hace querer morir la sospecha de que me llorarás te
llamo desde mi sepulcro en agonía te
llamo para que vengas a cuidar de los buitres mis restos para que vengas a mirar lo que de mis ruinas queda te pido misericordia y un rezo suplico que vengas a comprobar el
absoluto amor que he cifrado en mi nombre en
tu nombre que pronunciaría cono una santa el de Dios || querido
tu presencia pido un abrazo y un beso por
última vez escuchar tu voz de viento
espero imagino sueño escuchar el océano de tu
tonante pecho mi sexo se abre
se
cierra respira como volcán en
furia mi sexo aletea fervoroso los
vientos del norte como paloma petrificada como
cruel tormenta arrullando el vaivén de las olas de mi cuerpo espera mi herida la
broncínea lanza de tus labios
a veces me
toco cierro los ojos y me convenzo
que es tu mano la que cubre de mi cuerpo las fauces imposible es el orgasmo a larga distancia
quiero lo
tuyo y lo digo
quiero tu sexo y lo digo
quiero dormir
contigo y lo digo
no me
consuelan los otros nadie
me consolará nunca hundirme en tu abrazo sueño —una sola
vez siquiera— y contigo gemir al unísono tu lengua sobre la mía sentir nuestros
cuerpos batallar con la furia del Centauro en el silencio de la noche
de esta
noche en que tanto te amo y en que tanto te odio porque no vienes
no toda es vigilia la de los ojos abiertos
lánguida es la voz del viento
susurra tempestades
veré mañana quién soy ayer
tu Marcellus eris
dijo tu padre
una grieta florece en mi cuerpo
caminé tus heridas una noche de invierno
silencio
mana savia de
mis muertos
ineluctable acento diacrítico de tu cuerpo ausente
ego Marcellus sum
cae el relámpago
en la profunda noche
hubo un tiempo en que podías contar las pecas del cielo
atlas descrito en sueños
en tus ojos las
vidas de los que nunca fuimos
no toda es vigilia la de los ojos abiertos
tiende trampas la vida
huele
a noche tu cabello estrellado
a
tierra mojada la caricia de tu palabra/herida
como cierva vulnerada recorres el mundo
el Minotauro apenas se defendió —¿puedes creerlo?
nombramos falsos dioses
no creas todo lo que dice el viento
llegará el domingo en que podrás escribir el preciso poema de amor
que nunca sentiste
por ahora busca sólo bajo las ruinas de tu cuerpo
no toda es vigilia la de los ojos abiertos
Salí de casa en el año 0 de nuestra Señora,
no había motocicletas ni luces neón
no te enfades
padre
salí con un puñado de centavos bajo el brazo
y la vana esperanza de quien siente
su herida en la herida toda de Cristo;
salí
de casa en el año de 992 d. A.
y se hizo la luz o me hice luz […]
mira, padre
salí
de casa una tarde de tu tiempo futuro pero aún no lo sabes porque apenas
estás jugando en el campo con vacas y gallinas pero
salí de casa esa tarde y no regresaré hasta varios años después con el corazón
hecho polvo porque la vida es más difícil
de lo que parece pero tú no lo sabes porque apenas estás llegando a una ciudad
nueva con la intención de regresar a casa sin
saber que ahí harás tu vida
salí de casa una noche de 1517 y tú no lo sabes porque apenas estás conociendo a mi
madre pero esa
noche habré perdido un hijo y nunca sabrás que no fue un accidente y no hace
falta que lo sepas no te enfades padre
porque la vida siguió su curso y las heridas han sanado ya
[…]
salí
de mi cuarto una tarde de septiembre
olvidé el cuchillo en las lindes del río
la sangre que sacude mi corazón es de otro cuerpo
pero eso tú no lo sabes
porque
esa noche estabas muriendo o llevando a cuestas el olvido de una promesa
incumplida | esa noche negué mi cuerpo a la muerte sólo porque eras tú quien
tenía en sus manos la batalla
¿tiene sentido seguir pensando en eso?
fuimos tiempo
baldío
la mujer soltó su negra cabellera y en su rostro vi el dolor de
los siglos venideros
pero eso tú no lo sabes
porque saliste de casa una mañana de febrero del año 220 después
de no-nacido yo
y ya nunca miraste atrás