José M. Delgadillo es un artista y cineasta independiente nacido en San Luis Potosí, México. Su obra se ha exhibido en más de 15 países y cuenta con más de 30 cortometrajes y dos largometrajes que se desenvuelven entre el llamado videoarte y cine experimental, recibiendo por ellos diversos premios en México y Europa.
RG: Al observar tu trabajo me encontré con los diferentes enfoques que tienes sobre diversos temas, pero siempre se prolonga uno entre todos ellos, que es la reflexión humana a partir de una interiorización personal. ¿Me podrías hablar más de ello?
JMD: Creo
que mi trabajo se soporta mucho en el ensayo literario y audiovisual, sobre
todo porque en su mayoría lo hago de una forma individual en la que abordo un
tema y lo desarrollo conforme a mi perspectiva y de lo que me rodea, lo que
veo, lo que encuentro, lo que leo, y lo que me voy encontrando en el camino.
Así que por supuesto que hay una interiorización sobre temas que no solo que
aparecen en mi mente sino que son temas que yo creo nos afectan a todos. Pienso
que por más que uno haga lo que haga de una manera individual, el resultado
estará permeado e inspirado por los demás, y creo que esa es una manera más
honesta de hacer las cosas.
¿Por qué haz decidido trabajar de
una manera tan personal y casi individual?
Me
he percatado de que para muchos, el ver que los cineastas trabajan de esta
manera es algo extraño, pero no lo es. Desde principios del siglo XX mucho del cine llamado de
vanguardia era realizado por muy pocas personas, inclusive solo una. Esto tiene
que ver mucho con los procesos creativos que el cine independiente tiene, hay
miles de cineastas que trabajaron y que aún trabajan de una manera personal, es
como un escritor se enfrenta a una hoja en blanco o un pintor a un nuevo lienzo.
Creo
que para algunos esto sea raro es porque la industria ha impuesto en el
imaginario de las personas que para hacer una película se tiene que tener
cientos de personas trabajando para ti. Esto lo he visto en algunas
producciones en las que he estado presente en las que muchos están más
preocupados por la cantidad de gente que participa en su película con la idea
de que eso les dará un excelente producto audiovisual. Yo creo más en la idea
de que la fuerza tiene que estar frente a la cámara, reflejada en el poder de
las ideas y de las imágenes, y no detrás de ella.
Tus más recientes trabajos están
realizados con imágenes descargadas de la Internet, ¿Cómo es que logras llevar
ideas tan personales a imágenes que son lejanas a ti?
En
realidad no creo que sean lejanas para mí, la mayoría de las veces son imágenes
que tengo muy presentes, con la diferencia de que no las tomé yo. Últimamente
he abrazado esa técnica de reapropiación porque es una excelente forma de
tratar de llevar el lenguaje literario al lenguaje audiovisual. Se trata muchas
veces de una operación de apropiamiento del material realizado por otro para
ser retrabajado con muy diversas intenciones utilizando muy diversos
procedimientos, que van desde el remontaje, pasando por la ampliación óptica,
el rayado y el coloreo hasta el deterioro intencional de la película o la
simple asociación con otros materiales.
Por
ejemplo en mi más reciente trabajo escribí un guion de 30 páginas sobre un
hombre que es mandado a Júpiter junto a una máquina de inteligencia artificial
para reflexionar sobre los daños que nos estamos haciendo como sociedad aunado
a toda la manipulación mediática que vivimos actualmente. Esto lo narro por
medio de paisajes y atmósferas que creó a partir de todas esas imágenes que nos
podemos encontrar en la red.
Ahora que mencionas todo esto, tienes
un videoarte llamado "El fin de los significantes" en donde
claramente utilizaste videos de que los usuarios suben a las redes. ¿Cómo es
qué eliges las imágenes y cómo es que para ti algunas tienen significado y
otras no?
Actualmente
se crean millones de imágenes por día para ser consumidas, no son imágenes para
hacer una reflexión profunda sino que solamente son para consumir y desechar,
imágenes en su mayoría sin ningún significado más que el de mostrar algo unos
segundos y darle paso a lo que sigue, otras miles de imágenes para desechar.
Esto se idea ha llegado también al cine de masas en donde ya no se hacen
películas para los espectadores sino para consumidores que son medidos por algoritmos
que dicen que es lo que las masas quieren y eso es lo que se les da, dejando
cerrada cualquier posibilidad de que la mayoría se pueda formar una opinión
personal sobre lo que quiere y lo que en verdad le gusta sino que consume y
desecha.
Por
eso técnicas como la reapropiación son bastante interesantes y voltean a ver
muchas de esas imágenes que existen ya sea que estén perdidas, olvidadas y
muchas veces pobres en su calidad y en su significado como bien lo dice la
artista Hito Steyerl.
La
recolección de imágenes se hace para dotarlas de un nuevo significado, muchas
veces más profundo del que tuvieron en su génesis, y con así no es necesario
crear más. Esto se convierte en un acto contestatario a todas esas imágenes que
son creadas para rellenar el consumo que ha dictado el algoritmo, así que al
reutilizar imágenes tu obra no sólo está dotada de un discurso interior sino
que también se pronuncia hacia el exterior, hacia lo que está pasando en el
mundo.
Para finalizar ¿nos podrías platicar
un poco en que es lo que estás trabajando actualmente?
Ahora
trabajo en una película que realizaré en cuatro partes en donde abordo el tema de la
locura y el cómo se ha ido transformando la figura de lo que es un enfermo
mental y el cómo se han creado un sinfín de reglas y convenciones sociales que
si no sigues seguramente serás señalado como un loco, sabiendo que muchas veces
la mayoría de la sociedad que se dice sana, está mucho más enferma.