cuatro breves poemas culeros
1.
me inscribí
en el registro municipal
de
imitadores de andrés pasavento
y los
culeros dicen que no aparezco
2.
el poeta que
te odia es el pokemon de
la poesía es un arma cargada de
futuro
y escribe
como en 1965
3.
he
abandonado el chiste de
no tengo
maestría
¡pero qué
tal estría!
me lo
vuelven a pedir
en las mesas
de lectura de poesía
cada que
alguien menciona las palabras
piedra
enhiesto
hojarasca
4.
este poema
siempre no vino
estaba muy
culero
el príncipe adam abre cuenta en
grindr
podría llorar
en menta y lavanda en el festival de los estereotipos
o anunciar
la fiesta de compromiso
en que sólo
admitiré fantasmas de mis primos muertos
o de los
peones con que me revolqué
en
cobertizos de fiestas patronales
podría anunciar
el fin del reinado del padre que nunca sale en la foto
porque ser
el rey de un tipo que usa mallas
o peor aún ser su
padre
es un ejercicio
que ya no quiso llevar en vida
aunque nadie
conoce el domicilio de ese muerto coronado como muela muerta
podría
escribir un mejor perfil que
príncipe de
buenas maneras
pasea a
bordo de tigre pusilánime
gusta de llevar
el corte de cabello bob del sastrecillo valiente
heredero de
una piedra de lana sobre las piernas
y por
enemigo tiene un costal de huesos
tela de
hacer olas el muslo izquierdo que ya incluye cámara
por las noches
el príncipe gusta de ir a un club leather
a jugar a los
espadazos del fin del mundo mientras patea cabezas
y se reúne
con un grupo de medusas a bufar sabroso
ninguna de
esas historias
aparece en
la descripción que antecede a la foto
de hijo
blanco
del trono
que tiene forma de galleta
el muslo
izquierdo incluye dígitos de carne
llamadas
hacia el fondo de la depresión
en castillos
de dudosa medievalidad
calendario
vuelve a ser
de día en el fuselaje
de la basura
en voz alta
porque nadie
lee sus derechos
como en
antiguos concursos de poesía coral
en escuela
pública
o una noche
en que los pájaros
se fueron a
dormir temprano o siempre
en el sur de
una ciudad como ésta
que todo lo
resuelve con más polvo
y nadie ha
querido a un aspirante a vagón trizado
malo como
una diabetes
pero
enunciativo hasta el logro de amaneceres narrados
en primera
persona
qué amarga
es la forma en que
de origen
fueron
dibujados
los aviones
que calcinan durante el despegue
las voces
bajan hasta el volumen cero
y otras
posibilidades de la recta numérica
no hay
lenguaje de señas que sea suficiente
morfemas
como paletas manitas rojas de dulce
que adivinan
la suerte
además de micrófono hay cosas que un
desodorante roll on
no es
luis miguel
está en la pantalla del pasado
otra vez su
padre nos dijeron que un sátrapa de melismas pop
luis miguel
cantaba hasta el cielo borrascoso de los jeans edoardos
también tenía
un disfraz de corsario
en los
bailes frente a la cámara que vienen
en la caja
del lenocinio en minoría de edad
o la gracia
que siempre se va
un rubiecito
infame que se relamía los dedos frente a la bocina
alzaba el
cuello en los agudos
un gallo con
espolones hattori hanzo Steel
se trataba
—creo— de una decisión importante y de no pensarlo más
voz en punta
cabello húmedo en el rostro de principito perdido en
el desierto
no lo
pienses más decídete
aun si unos
niños revientan mascotas a golpes
y no sabes
cómo rematar tus mentiras
nos preocupan
las horas perdidas pero también nos gustan
las mesas de
novedades editoriales
con libros
que no podemos comprar
decídete no
sigas en facebook o crowdfunding
nadie votará
por ti niño mimado voz piara de ángeles
pelo lacio
en pasta dura
muchacho de
la crítica especializada
decídete
poeta sin cursar el plan flexible
en letras
hispánicas
decídete y
haz la prueba del cáncer de próstata
y piensa en
la raíz de todas las palabras
Antonio León es un poeta nacido en Ensenada, Baja California.
Reside en Mexicali desde 2014, donde se desarrolla en distintos ámbitos de la
promoción cultural universitaria. Es autor de los libros Caricia del
velocímetro, Busque caballos negros en otra parte (pinosalados) y :ríos, dentro
de la colección Ojo de Agua, editada por CETYS Universidad . En 2016 fue el
ganador del Premio estatal de literatura (poesía) en Baja California, con el
libro El Impala rojo. En 2018 fue becario del Programa de Estímulo a la
Creación y Desarrollo Artístico en la categoría Creadores con trayectoria.
Consomé de Piraña, editado por Carruaje de pájaros y el Instituto Sinaloense de
Cultura, es su libro más reciente.