Por Sergio Martínez
Yo tenía 10 años cuando la botellita empezaba
a echar tamborazos y guitarrazos, ocho años más tarde aprendería ese piche
lenguaje que me cagó los destos por más de 100 páginas en las que creía que no
decías ni madres. No te adornes, te hubiera dicho el buen Par, en un relámpago
de lucidez.
Abuelita de Batman, lo más fácil es autoentrevistarse vía alter ego, e inventarse un libro dentro de un libro, quesque tu diario, el que divides en tres partes, en la primera te presentas como Armiados Güeva Vil y medio nos cuentas que pex con tu vida de chamaco, el encuentro con la música y cómo marcaría tu vida en el futuro, en la segunda parte deliras, nos cuentas el cancunazo de la Maquinita y cómo tirabas baba hasta por el tercer ojo, por una tal Maine; chupas, mamas o arremangas pensabas decirle, en un parpadeo llega el Maspuerco y te da baje, aunque terminas entrándole al gangbang. No escatimas detalles, ¿querías presumir o que se nos antojara? y en la tercera parteagarras, a tu ídolo el Parménides García Saldaña de hilo conductor. Sí ahuevo, sabías desde ahí, que lo tuyo era escribir, aunque no supieras como. Se la mamas completa cuando descubres que te habla en tu idioma, pero lo odias cuando denuesta a tu Lennon… vaya mamada la tuya, amas y odias por el mismo motivo, grotesco y escatológico, como casi todo el lenguaje de tu libro.
Abuelita de Batman, lo más fácil es autoentrevistarse vía alter ego, e inventarse un libro dentro de un libro, quesque tu diario, el que divides en tres partes, en la primera te presentas como Armiados Güeva Vil y medio nos cuentas que pex con tu vida de chamaco, el encuentro con la música y cómo marcaría tu vida en el futuro, en la segunda parte deliras, nos cuentas el cancunazo de la Maquinita y cómo tirabas baba hasta por el tercer ojo, por una tal Maine; chupas, mamas o arremangas pensabas decirle, en un parpadeo llega el Maspuerco y te da baje, aunque terminas entrándole al gangbang. No escatimas detalles, ¿querías presumir o que se nos antojara? y en la tercera parteagarras, a tu ídolo el Parménides García Saldaña de hilo conductor. Sí ahuevo, sabías desde ahí, que lo tuyo era escribir, aunque no supieras como. Se la mamas completa cuando descubres que te habla en tu idioma, pero lo odias cuando denuesta a tu Lennon… vaya mamada la tuya, amas y odias por el mismo motivo, grotesco y escatológico, como casi todo el lenguaje de tu libro.
De la chingada las tocadas en los hoyos fun-kids, pero no había de otra, ustedes
arriba las sufrían, nosotros abajo las gozábamos, a ustedes los estafaba el
organizador, a nosotros nos caía la chota por traer el pelo largo y usar tenis
Panam, y a correr en putiza para evitar caer en la julia… era lo que había… qué
tiempos aquellos de Durazo y administrar la abundancia… valió madre todo porque
López Portillo no era perro para defender el peso. Aunque la crisis y
corrupción venía de más lejos.
Qué cagado que saliste en telerisa, pero más
de la mierda volverte personaje de reparto de comedia en Alcanzar una estrella,
aaaaah no te restires del capuchón con tu premio: Eres, juar, juar, juar Simón
Siminazo dixit. No, no, no, mames, se me olvidaba: esas apariciones en
Estrellas de los Ochentas, creo era Tatiana la conductora, o era Gloria
Calzada… en tu libro no lo dices, pero recuerdo el pedo en que metiste a René
Casados cuando los invitaron a XETU y le tratabas de explicar al putín ese, que
ustedes tocaban guacarock, ¡todo lo naco es chido!… y el putín sin entender las
espuelas en los tenis… donde si me
chingaste y me invadió la puta envidia fue cuando te vi en el estadio Azteca de
variedad al medio tiempo en un juego de futbol; no mames pájaro madrugador,
estar en la cancha y no tocar las pelotas: ahueso te metí un gol.
No hay desperdicio en tu diario, el abrazo
huérfano que no le diste al Rockdrigo, el Flamita y su camioneta la chata,
recorriendo el país de norte a sur en viceversa y al revés; el sub Marcos desde
el sureste seduciendo con capucha… Chancris la puta, la maquinita de Pachuca,
la fiesta y obra de teatro con Angeliquita Vale, las muertes del Apache, y ese tour misterioso, mágico, musical por
Almoloya, sus círculos del infierno y su bazofia viviente… si wey, ¿quién no
querría ver a los capos de capos en vivo, en directo y a todo calor?, ¡chicheñor!
No me digas que viviste el halconazo desde la
voca tres burro blanco, que regenteabas Rokcotitlán, bueno aportabas tu mano de
obra barata; que te vieron la cara de pendejo tus alumnos churro en mano y
Divina-Coatlicue, la que tiene su falda de serpientes, te curó a lengüetazos la
pirinola, el cuerpo y el corazón… ¿por qué wey? ¿Por qué después de tanto
vivido tú de lo tuyo, de tanto debraye tú de lo tuyo? Caíste en la red y vía un
dogal protestaste muy tú, de lo tuyo, cegando tu vida por una piche denuncia
anónima. ¡No pinches mames Armando, no pinches mames!