Por Sergio Martínez
Iván Montoya Salazar (Aguascalientes, 1978) inició su carrera musical en
la adolescencia, “teníamos que cubrir la materia de Artísticas y gracias a eso,
conocí al profesor Fernando Edréhira, creador y fundador de un grupo legendario
de música folclórica y rescate cultural llamado Ketzal. Gracias a ello, me
inicié en este rollo de la música, logrando incursionar en muchos géneros
musicales antes de llegar donde ahora estoy. Anduve en la onda folclórica,
andina, sonera, pasé por el rock,
hasta que agarré el camino de la música acústica que es donde he estado ya
mucho tiempo moviéndome como músico de compañeros, o bien, con proyectos
propios o en conjunto con gente del mismo medio. Básicamente el conocer al
profe Edréhira fue la puerta hacia la melomanía y el adentrarme en este
mundito; cabe decir que, gracias a él, tuve la fortuna de tocar en dos
ocasiones en el Palacio de Bellas Artes, así como acudir a un Encuentro
Internacional de Música y Danza en Italia. Ha sido maravilloso ser músico, la
verdad”. Con más de 27 años de trayectoria musical, Iván Montoya nos presenta
su primer disco llamado: Feliz.
Cuéntanos tres momentos que hayan marcado tu trayectoria musical
El primero sería haber tocado en el mayor recinto cultural del país que
es el Palacio de Bellas Artes; otro es haber viajado al viejo continente y que
la música costeara andar un mes y medio por allá, y la tercera es, sin duda,
tener por fin mi material de canciones propias.
¿Cuál ha sido tu mejor momento como músico?
Sin lugar a dudas es ahora. Antes trabajaba de diferentes maneras cuando
tocaba para otras personas, ahora tomo las decisiones yo, así que en este barco
puedo ser el marino, el polizón, pero también el capitán.
¿Cuál ha sido tu peor experiencia como músico?
No sé si sean malas experiencias o no, simplemente hay tocadas que no
son tan certeras como quisieras, pero al día siguiente analizas desde una
perspectiva diferente y te das cuenta que cada error son áreas de oportunidades
para crecer, encuentras los detalles y tiras pa’lante. Esta es una carrera de
tirar mucho la cuerda más nunca de aflojarla.
¿Cuáles son tus influencias musicales?
Me gusta un poco de todo, es necesario saber cómo se compone
musicalmente un tango para poder intentar crear uno; así sucede con todos los
géneros. Me encanta el bolero, José Alfredo Jiménez, me llama mucho la atención
un cantautor español llamado Luis Ramiro, y bueno, también están esos grandes monstruos
como Sabina, Serrat, Silvio, Fito, Calamaro y todos esos que ya sabemos quiénes
son y de quienes todos mamamos. Me he aferrado también a Chava Flores, Tin-Tán y, últimamente, ando escuchando
los proyectos locales, me he encontrado muchas buenas sorpresas.
¿Cómo nace el proyecto de tu disco Feliz?
El proyecto se va gestando desde mucho tiempo atrás, incluso podría
decirse desde que estaba en La Ralea, pero un detonante fue el Instituto de
Cultura de Guanajuato, que me invitó a participar en Encuentros de Cantautores
y para mi sorpresa, me vi tocando en el Teatro Juárez unos meses después de
haber sido invitado, todo ese movimiento me alentó a ponerme las pilas y
decidirme a hacer Feliz. A la par,
mis cercanos, no dejaban de decirme que grabara algo, que ya era momento de
dejar un testigo del trabajo propio que muy pocas personas conocían, así es
como nace Feliz, después la suma de
talentos fueron los que hilaron todo el disco que ahora me cobija.
Varias canciones del disco son de tu autoría, otras las firmas con otros
compositores, y un par son de Agustín López Velarde; un corrido, varias baladas,
historias de amor, de reproches, estampas urbanas, un homenaje a un cantautor español
¿de dónde viene las historias de tus canciones?
Las canciones nacen de muchas cosas, soy muy voyeur, me gusta observar todo, prácticamente mis canciones vienen
cargadas de vivencias más o menos reales, obviamente con sus dosis de
inventiva, otras son totalmente invenciones que nacen a partir de una frase,
por ejemplo, en Feliz hay una canción
que se llama “El ranchero desvielao” y es de las pocas canciones que escribí al
hilo cuando ya estaba produciendo el disco, salió de una sentada y es una
historia creada de la nada, curiosamente me hacía falta un tema en tono de
broma para el disco y al momento de irla
escribiendo se fue dado ese tenor. Las canciones se cargan de historias, reales
o no, pero siempre con el sello distintivo de quien las crea. Como dices, hay
coautorías y se notarán los lápices de las manos que intervienen.
En estos tiempos tan violentos donde parece que el mundo se derrumba y
deshumaniza hay una canción para tus hijas, hay una estrofa que me gusta mucho,
dice: “cómo les digo que en sus venas, ahí me llevan a vivir en su futuro”, incluso
en esa canción tu voz se escucha completamente diferente a las otras canciones
del disco, ¿Qué te supuso escribir y cantar esa canción?
Esta canción no estaba prevista ni creada cuando estaba grabando el
disco, pero algo me decía que tenía que dedicarles una canción a mis hijas por
el simple hecho de que ellas son mi mejor creación, son mis mejores canciones.
La canción la escribí para tratar de legarles algo más allá de educación a mis
hijas, es una manera de comprometerme en su futuro a que yo voy a seguir
siempre a su lado y es una manera de decirles que las amo. En la canción se
toca el tema de la permanencia eterna, de estar con ellas hasta el fin, y
metafóricamente la canción hace eso, es simplemente una promesa de que iré con
ellas al futuro, aunque ya no estemos su mamá y yo físicamente. También
conlleva una bendición diaria por decirles que vivan al 100 y que tengan
siempre un gran día. Supongo que es mi manera de serles eterno.
En el horizonte musical en el que has desarrollado tu carrera musical,
se te identifica por tu estilo de tocar la guitarra, específicamente tu
requinto; las canciones de tu disco imbrican eficazmente letra y música,
incluso hay unas segundas voces muy sutiles que se escuchan deliciosas, las
cuerdas, las percusiones… ¿por qué tu requinto solo se escucha en la primera
canción? y ¿cómo lograste darle este sonido multicolor y brilloso a tu disco?
Se escucha más, solo que muy veladamente. El estilo es algo que se ganan
con los años, no lo digo yo por ser bueno o malo, lo dice la gente que te
escucha, hay veces que va sonando una canción y la gente dice, ese es tu requinto
Iván, y en efecto lo es, supongo que eso se gana con los años y es algo muy
bueno, pero para mi disco no quería eso, no quería que sonara todo a Iván, yo
quería un universo musical multisonoro, no quería una misma línea y es por eso
que me hice un poco a un lado, no de la producción, pero sí de la ejecución y
quise que mis amigos le dieran ese otro color que por naturalidad no le podía
dar yo, si te fijas en los coros, el color sutil que dices lo hace especial, al
igual que los otros requintos, o la armónica de Pel, la trompeta de Fercho o el
acordeón mismo, yo quise que el disco funcionara con una gama de colores
diferentes a los que yo estoy acostumbrado a darles. Supongo que esa fue la
magia de que suene tan bien.
¿Qué fue lo más difícil durante la grabación del disco?
Lo complicado fue juntar a tantos músicos, no por las ganas o fuera de
ellas, sino por los tiempos tan apretados de todos. No se si sepas, pero todos son
músicos reconocidos de aquí (Aguascalientes) y de la república y, por ende,
todos andan con mil actividades. Yo les agradezco su tiempo y su creatividad,
la verdad es que hicieron de Feliz un
disco que ni siquiera yo lo hubiese soñado.
¿Qué fue lo que más disfrutaste durante la grabación del disco?
Lo mejor fue cuando mezclamos Agustín López Velarde y yo, entre ambos
producimos el disco, salvo el tema “Y sí”
que lo hizo Luis Miguel Aguilar; pero ir armando y empezar a detallar donde
colocar los sonidos fue un deleite, y es que las posibilidades se generaban por
los gustos y entonces entre las pláticas con Agus y la manera de resolverlas, ¡uy!,
es un agasajo, no me lo vas a creer Sergio, pero me gusta más estar produciendo,
grabando, quitándole, poniéndole que estar tocando en un escenario, estar tras los aparatos y comenzar a sumar o
restar ejecuciones es lo que más me agrada.
¿Por qué se llama Feliz?
Se llama así no por algún tema del disco sino por un estado de ánimo.
Tengo cuatro años de mi vida viviendo en ese estado, mi vida ha cambiado para
bien y es algo que agradezco y supongo que mis cercanos lo hacen también. Antes
era más aprensivo en muchas cosas, ahora ando de liviano por la vida, he dejado
de desvelarme como antes, ya no me reviento dos días de juerga, vamos, me he
guardado para ser feliz, descubrí que perder gloriosamente mis horas de sueño
en bares hablando pelotudeces era algo que era necesario hacer en la vida, pero
no eternamente. Ahora disfruto a mis hijas, vivo de día, me encanta dormir,
vamos, ando en un modo light y andar
así es estar Feliz. El disco no lo
pude haber sacado antes de abrevar todo lo que te platico, era necesario
envenenarme para luego curarme en salud y poder decir con franqueza que vivo Feliz y que mi trabajo musical me
acompaña.
¿Cuándo lo presentas en sociedad?
El disco se presentará en Peña El Sur, el próximo 29 de junio de 2019.
Estaré acompañado de prácticamente todos los músicos que grabaron, así que será
una reunión o comitiva especial para quienes vayan a escucharnos. Trataré de
narrarles los porqués de las canciones y haremos una noche entre amigos donde cantaremos
las canciones del disco y celebraremos con un par de copas la dicha de estar
vivos y de ser felices. En la apertura tendremos a un chavito que anda con
todo, se llama Alex Márquez. El costo del boleto por el show es de 60 pesitos y si quieres llevarte aparte el CD, el costo
del show más el CD es de 120 pesos,
bastante módico para que toda la gente tenga acceso a él.
¿Algo que quieras agregar y no haya preguntado?
Que los invito a que me escuchen por las principales plataformas
digitales, ya estamos presentes ahí y que toda la gente trate de apoyarnos a
quienes somos autogestivos, hay mucho talento y mucha música hidrocálida que
vale la pena, hay que darse un clavado a las propuestas y ver que las cosas se
hacen bien, llevan corazón y sobre todo son honestas. Gracias a ti Sergio por
esta entrevista, pero sobre todo por contribuir para la cultura, para
Aguascalientes y para las letras. Abrazos amigo.