“Si
tuviéramos que definir los pilares que sostienen la actualidad humana, tanto en
un nivel cultural como práctico, tal vez lo más indicado sería referirnos a una
terna de fenómenos o modelos que determinan, en buena medida, la existencia
contemporánea: el sistema financiero, los medios, y la digitalización de la
sociedad”. (Barros del Villar, 2013)
En relación a esta interpretación, sobre la
forma como se desarrolla la sociedad actual y junto a esta la humanidad en
tanto que especie, resulta pertinente concentrarnos, sobre el papel crucial que
juegan los medios de comunicación, dentro de la configuración y la construcción
de percepciones dentro y al interior de una sociedad. En efecto, una de las
piezas cruciales, del actual sistema global en que tiene lugar la humanidad,
son los medios de comunicación, debido en parte a que fungen como plataformas
para la difusión de información.
No obstante surge un primer problema, que
se deriva no tanto del papel real de los medios de comunicación, sino más bien,
de aquellos usos, que se hacen de estos medios. Se habla en plural, dado que se
trata aquí, de una multiplicidad de usos, que se deslindan de lo informativo y
se acercan más, a procesos de manipulación mediática, de cobertura política, de
publicidad paga y no de información objetiva. Desde los lugares comunes,
siempre se ha afirmado que, el papel de los medios y su uso fidedigno, debe ser
el de transmitir hechos, el de informar de manera veraz y objetiva, sin tomar
posturas, ni partido ideológico de algún tipo. Para que la prensa, para que un
medio de comunicación, resulte asertivo e imparcial, es condición sine qua non, desarrollar un trabajo de
investigación sobre aquello que se pretende contar o describir. La información
debe ser filtrada, tamizada y presentada al público, precisamente para
enterarle de todo aquello que en su entorno acaece.
Pues bien, pese a que este es uno de los
principios (entrega de información, veraz, imparcial y objetiva) bajo los
cuales se rige el periodismo y que de hecho justifica el hacer periodístico en
el mundo, en el estado de cosas, esto es, en la práctica del día a día, parece
no cumplirse, o en el mejor de los casos, simplemente ha pasado a ser parte de
un lineamiento conceptual, sobre cómo hacer periodismo. Es así como, nos
encontramos, con casos puntuales, en los que el quehacer periodístico, se ve
coaccionado; o reducido dentro de su propio campo de acción. La censura en el
periodismo, no solo implica una restricción en términos de prohibición a los
contenidos que pueden o no comunicarse, sino que también, supone una suerte de
manipulación de los medios en beneficio de un interés privado.
Censurar en la labor informativa, que
supone hacer periodismo; no solo en cualquier región del mundo, a nivel
nacional, o en el globo entero, se convierte en un acto deplorable y
reprochable desde todo punto de vista, sino que atenta contra un derecho de
corte natural, como lo es, el derecho a la libre expresión y conexo al mismo,
atenta directamente contra el valor de la información, pues es preciso en un
mundo globalizado e interconectado, el hallarnos debidamente informados. El
caso específico, en cuanto a la censura periodística ha estado ligado desde
siempre a temas de coyuntura política y en ese orden a intereses económicos de
clases tradicionalmente dominantes, así; tal y como se señalaba al inicio de
este texto, los medios se convierten entonces, en uno de los pilares de la
sociedad actual y su misma estructura social, es moldeada y articulada según
sea, el manejo que se dé a dichos medios y el uso que de los mismos se haga. (Acuña,
2013).
Cabe añadir finalmente, algunas reflexiones
por parte del lingüista y filósofo contemporáneo Noam, Chomsky, a propósito de
la censura y el control de los medios de comunicación; a este respecto señala
Chomsky:
El papel de los medios de comunicación en la política contemporánea nos obliga a preguntar por el tipo de mundo y de sociedad en los que queremos vivir, y qué modelo de democracia queremos para esta sociedad. Permítaseme empezar contraponiendo dos conceptos distintos de democracia. Uno es el que nos lleva a afirmar que en una sociedad democrática, por un lado, la gente tiene a su alcance los recursos para participar de manera significativa en la gestión de sus asuntos particulares, y, por otro, los medios de información son libres e imparciales. (Chomsky, 2007)
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS)
ACUÑA RODRÍGUEZ, Olga. Censura de prensa en
Colombia, 1949-1957. Proyecto de investigación “Elites, Empresarios y
Movimientos sociales”; financiada por la Universidad Pedagógica y Tecnológica
de Colombia (Colombia). Historia Caribe - Volumen VIII N° 23 - Julio-Diciembre
2013 pp 241-267. (en línea). Disponible en: http://www.scielo.org.co/pdf/hisca/v8n23/v8n23a09.pdf
BARROS DEL VILLAR, Javier. ¿Quién es
Douglas Rushkoff y por qué tal vez te convenga saberlo? (en línea). 2013.
Disponible en: http://pijamasurf.com/2013/09/quien-es-douglas-rushkoff-y-por-que-tal-vez-te-convenga-saberlo/
CHOMSKY, Noam. El control de los medios de
comunicación. Nota de opinión. 2007. (en
línea). Disponible en: http://www.voltairenet.org/article145977.html
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El autor: Tuto Flórez, nacido en el departamento de Santander, en la caótica y convulsionada, pero hermosa tierra del suramericano país llamado Colombia. Melómano consumado, amante del rock, de la música hecha con sentido, sobre todo de los años noventa y la cultura underground. Cinéfilo por convicción. Crecí entre los textos, de Henry Miller, Charles Bukowski, Allan Stewart Königsberg más conocido como Woody Allen, H. P: Lovecraft y Allen Ginsberg. @tuto201333