Call me old fashioned... please! | Por Mónica Castro Lara |
"Pero, luego vas a escribir sobre Tony Bennett,
¿verdad?" ¡Claro que
sí mamá! Y al fin llegó ese momento tan esperado por ambas. ¿Cómo no hablar de
Tony cuando es otro de mis íntimos amigos? (ya sé que probablemente no me
crean, pero en verdad tengo muchos íntimos amigos y ya he escrito sobre la
mayoría de ellos en esta hermosa sección). Bueno, para recordar un poco, hace
un par de días fue su cumpleaños número 89 y la verdad es que Tony luce, canta
y trabaja como un artista en plena cúspide de su carrera. Y es que si alguien
se ha podido reinventar y permanecer activo en la escena musical durante seis
décadas, ese es mi amigo Bennett.
*corre y pone el disco de "Duets II"*
Desafortunadamente,
tengo que regresar a las historias de infancia medio trágicas porque Anthony
Dominick Benedetto, de descendencia claramente italiana, creció en la pobreza
en un barrio de Queens en pleno Crack del 29, y a pesar de que perdió a su papá
a la muy corta edad de 10 años, éste pudo inculcarle a su hijo el amor por el
arte y la literatura que se verían reflejados años después en su carrera como
cantante y pintor (porque, para los que no sabían, Tony es un muy talentoso
pintor). Un pequeño Tony de 13 años, empezó a escuchar a artistas como Louis
Armstrong, Eddie Cantor y Bing Crosby, que posteriormente influirían
enormemente en su estilo musical. Podríamos decir que los primeros pasos de
Tony como cantante, fueron en unos restaurantes donde trabajaba como mesero-cantante
(así, tal cual) y fue como empezó a ganarse algunos dólares por cuenta propia,
todo con el fin de ayudar económicamente a su familia.
Dato importante y que
yo ignoraba: a los 18 años, Tony se enlistó en la armada estadounidense durante
la última etapa de la Segunda Guerra Mundial y anduvo por Francia y Alemania
sufriendo del frío, del hambre, de un sargentucho que odiaba a los de
descendencia italiana y de todos los traumas que implicó la guerra, hasta que
por fin terminó su tormento en el ’45 y fue partícipe de liberar un campo de
concentración. Todos esos hechos lo marcaron de por vida, declarando que la
guerra fue "una pesadilla recurrente" y que "cualquiera que
piensa que la guerra es romántica, claramente nunca ha estado en una", por
lo cual Tony se considera un pacifista e incluso llegó a tener una bronquilla
con Bush en el 2005 cuando estuvo en la Casa Blanca, pero no hablemos de
política ¡por favor! Concentrémonos en el hecho que Bennett es un señorón muy
bonachón y que su experiencia en la guerra le sirvió para ser un tipo
tranquilo. Me gusta pensar que ello lo llevó a interpretar una maravillosa
canción titulada “If I ruled the world” (vale la pena escucharla, btw).
Es hasta 1949, después
de haber estudiado en la American Theatre Wing y
tras haber aprendido la técnica de “bel canto” que, en una de esas
oportunidades que sólo el destino puede diseñar, la cantante Pearl Bailey lo
invita a abrir uno de sus conciertos, Bob Hope (cantante, bailarín, actor,
comediante y todo lo demás que puedan imaginarse) estaba presente entre el
público, lo escuchó, le encantó, fue a su camerino, le pidió que se fuera de
gira con él y lo bautizó oficialmente como Tony Bennett. Yisus Christ, todo eso
en una sola noche... ¡qué cosas! ¡Qué destino! Después de esto, obviamente
tenía que firmar con Columbia Récords y Mitch Miller (sí sí, el mismo que
produjo los éxitos de MI Johnny Mathis) lo encamina a interpretar baladas pop
medio comerciales bajo la “amenaza” de no sonar, ni mucho menos imitar a
Sinatra. Pero qué demonios importa que fueran comerciales si esas canciones
eran “Because of you”, “Cold, cold heart” (un cover de Hank
Williams) y “Blue Velvet”.
Ahora que menciono
“Because of you” y “Blue Velvet”, aprovecho para platicarles que en definitiva
son de mis canciones favoritas de Tony, tanto en versión solista, como a dueto
con la espectacular K.D Lang. Yo en un inicio pensaba que “Because of you”, al
ser una de sus canciones más emblemáticas, había sido escrito por él, pero no
es así. ¡No importa! Sigue siendo su canción ícono para mí. ¿Ya las han
escuchado? ¡Son una belleza! La voz joven de Tony en verdad es in-cre-í-ble y
su voz de “viejito” (no lo digo despectivamente, para nada) es tierna, pausada y
combina fenomenalmente con la de K.D. Escúchenlas, apréndanselas, báilenlas,
cántenlas y si quieren, lloren con ellas. Acepto sin problema la culpa de que
se obsesionen con ellas.
La década de los
50 e inicios de los 60’s, fueron sumamente exitosas para Tony: Premios Grammy,
“El show de Tony Bennett” por televisión, exitosos álbumes, canciones en las
listas de popularidad, apariciones en películas, su matrimonio con Patricia
Beech, el nacimiento de sus hijos, todas las mujeres querían ser sus novias y
todos los hombres querían ser sus amigos. Hasta por ahí de 1965 cuando apareció
una banda llamada “The Beatles” y
adiós Tony Bennett. Es duro leer y saber que, mientras unas bandas icónicas
nacían y revolucionaban en su totalidad al ámbito musical, otros artistas lo
perdieron todo. Y es que el jazz, el swing, el pop y otros géneros musicales se
vieron desbancados por el rock y la alta demanda de éste en todas las disqueras
y radiodifusoras del mundo. Llegó la “invasión británica” a Estados Unidos y
bueno…
Hubo muchas
presiones por parte de la disquera para que Tony interpretara canciones más
contemporáneas y esos intentos fueron muy desafortunados y con poca
popularidad, al grado en que Tony se negara a volver a hacerlo y se quedó sin
disquera, sin representante, en pleno divorcio de su segundo matrimonio y con
una fuerte adicción a las drogas. Fue hasta que tuvo una sobredosis de cocaína
que pidió la ayuda desesperada de sus hijos (especialmente de Danny). Había
tocado fondo y de plano parecía que a nadie le gustaba lo que hacía y cantaba. Fue
entonces que su hijo le dio un par de cachetadas guajoloteras (que soy una fiel
creyente de que a veces toooodos necesitamos unas) y lo ayudó a ponerse de pie.
Fue entonces que
sucedió lo que a veces sucede con poco éxito: se reinventó. Comenzó a aparecer
en programas como “Late Night with
David Letterman”, “Late Night with Conan O'Brien”, Los Simpson, El
Show de los Muppet, diversos programas de MTV, en conciertos de
estaciones de rock alternativo y todo ello con la finalidad de llegar a una audiencia
claramente mucho más joven pero siempre siguiendo su misma línea musical. Le
llamó la atención que los jóvenes no tenían ni idea de qué es lo que cantaba o
de quiénes eran esas canciones, por lo que dijo: “… para ellos todo sonaba
diferente, yo era diferente. Si eres diferente, entonces logras sobresalir”. ¡Bien
dicho Tony! Hasta su MTV Unplugged del 94 le dio un
álbum de platino y un Grammy al mejor Álbum del Año. ¡Ah! y formó parte del squad de los Red Hot Chili Peppers… nada
mal ehh.
El resto es historia. Tony ha logrado
permanecer activo todos estos años gracias a su talento y a su necedad por
compartir e interpretar el famoso “Great American Song Book”. Los discos de
“Duets” (que son del 2006 a la fecha) son una delicia; esas colaboraciones y
nuevas melodías hacen que los quieras escuchar todo el día, incluida la que
supuestamente fue la última grabación de Amy Winehouse, “Body and soul”. Y ni
hablar de “Cheek to cheek”, disco que grabó junto a Lady Gaga… ¡una maravilla! Sus
voces son perfectas, van de la mano; en verdad no tengo más que elogios para
ese par tan disparejo. ¡Aplausos para Gaga! *applause, applause, applause…* (si alguien entendió ese chiste, por favor
ríanse). Lo que sí me da mucha, harta risa, es el dueto
que grabó Tony en pleno rancho de Vicente Fernández… pero me van a empezar a
tachar de malinchista, así que mejor ahí la dejamos.
¿Qué canciones les puedo recomendar de
Tony? TODAS. No es
broma. Pero en especial "Stranger in
Paradise”, "Boulevard of Broken Dreams”, "The Good Life", "Who
Can I Turn To? (When
Nobody Needs Me)", "My Funny Valentine", “Tender is the night” (otra de mis súper favoritas y que fue
escrita para la adaptación en cine del libro de Scott Fitzgerald, muy bueno por
cierto… obvio de la Era del Jazz), su “rendition”
como dirían los gringos de “The way you
look tonight” (que sin son fans de “Friends”, inmediatamente sabrán de cuál
hablo) y por supuesto "I Left My
Heart in San Francisco". Ay Tony… ya te escuché toda la mañana y creo que voy por más…