El Banquete de los Pordioseros | Por Rodolfo Popoca Perches
No es la primera ocasión que le dedico un Banquete al gran Frank Zappa, y si Dios lo permite, tampoco será ésta la última, cualquier cosa que se diga de él, cualquier estudio o análisis crítico que se haga de su música, siempre dejará un hueco que habrá que llenar posteriormente y la tinta derramada en su honor nunca será suficiente.
Decir que Frank Zappa es uno de los mejores músicos en la inagotable y siempre inconclusa historia del rock es un lugar común, es caer en el facilismo siempre injusto con los grandes creadores de cualquiera de las diferentes disciplinas del arte.
Sin embargo, no podemos ni debemos rehuir al comentario, efectivamente, él es uno de los mejores y más importantes músicos, pero no sólo del rock, sino de toda la historia de la música en el siglo XX. En realidad, para Frank Zappa la música no es el fin, sólo el medio para otros fines. La música es el vehículo ideal para la expresión de todas sus inquietudes políticas, sociales, culturales, filosóficas. La música es su pretexto, su justificación, su infalible medio de expresión y lleva ese medio de expresión hasta sus últimas y más radicales consecuencias. Y es que sí, de verdad, Zappa es un genio, no sé si lo podamos llamar virtuoso, pero sin duda es un genio, es uno de los músicos más creativos, ambiciosos e inteligentes, y uno de los críticos más punzantes y aguijoneantes que registra el rock.
Más allá de sus inconmensurables solos de guitarra impregnados de la más pura y viva esencia del blues, más allá de sus sublimes y majestuosas composiciones, ya sea para The Mothers of Invention o para sus ensambles, Moderno e Intercontemporáneo, para quienes ha creado algunas de las más exigentes obra de la música contemporánea, está su contundente e irónica visión de la sociedad, ese implacable comentario crítico ridiculizando a la sociedad en la que nació y creció. Nadie más severo que Frank Zappa para señalar con dedo acusador el “American Way of Life”. Se refugia en la creación artística, esa es su inviolable trinchera y desde ahí lanza sus dardos punzantes.
Pero aunque la crítica social y política sea el motor móvil de su propuesta, resulta exquisito concentrarnos en su música. Sus “Mothers of Invention” es una de las más sólidas escuelas de la escena internacional del rock. Sin duda junto a la Corte del Rey Carmesí de Robert Fripp y los Bluesbreakers de John Mayall, las Madres de la Invención de Zappa es una de las asociaciones musicales más solventes en el rock.
Sus facultades como guitarrista virtuoso son incuestionables, de hecho, en alguna ocasión, la crítica musical de su país afirmó que de haberse concentrado más en la ejecución de la guitarra que en el contenido de sus composiciones, se le podría considerar definitivamente, como uno de los grandes guitarristas en el rock. Tampoco dentro de este género no acepta clasificaciones y por naturaleza renuncia a todo intento de etiquetar su música: rock progresivo, rock duro, rock ácido, ponerle un nombre resulta estéril y hasta ridículo, así que es más sano superar esta terrible tentación, la de ponerle un nombre a la obra creativa de Frank Zappa.
Dentro del terreno de la música contemporánea ha realizado verdaderas obras maestras, como su producción “The Yellow Shark” presentado en concierto con la orquesta de cámara The Modern Ensemble, o la obra The Perfect Stranger con el ensamble InterContemporain dirigido por el maestro Pierre Boulez, uno de los más reconocidos directores de orquesta especializados en la música contemporánea, pero su trabajo creativo va más allá incluso de la música, ha trabajado como director de cine y de videoclips, también es reconocido por diseñar portadas de discos y, en la producción discográfica, es responsable del trabajo realizado en los casi cien discos que grabó con sus Madres de la Invención, además de todos sus proyectos solistas, entre los que se incluye sus trabajos realizados dentro del contexto de la música clásica, contemporánea, jazz, blues, rock, e incluso se sumergió en las insondables profundidades de la música concreta. De hecho, entre algunas de sus más evidentes influencias, están, además de lo que el rock pudo ofrecerle, músicos como Edgar Varése, yo creo que este es el pilar más sólido sobre el cual Zappa desarrolló todo su trabajo creativo. Lo más sorprendente de todo este asunto, es que Frank Zappa no tiene una formación musical académica, es autodidacta y resulta incomprensible cómo es que sin el conocimiento erudito de la música pudo edificar estas estructuras musicales tan impresionantes.
Algunas de sus más representativas producciones son, entre otras -ya dijimos que en su catálogo hay casi cien grabaciones únicamente con sus Madres de la Invención, además de sus producciones solistas- “Freak Out, su primer disco y con esta extraordinaria producción inaugura su fértil y sorprendente carrera. “Chunga’s Revenge”, “Apostrophe”, “Over-Nite Sensation”, una serie de seis grabaciones en concierto llamada: “You can do that on stage anymore”, “Lumpy Gravy”, “We’re only in it for the Money”, “Just another Band from L.A.”, “Zoot Allures”, Actos I, II y III de “Joe’s Garage”, “The Man from Utopia”, “Does Humor Belong in Music?”, “Frank Zappa Meets the Mother of Prevention”, “Shut up and Play yer guitar”, en fin, estas son sólo algunas, quizás las que más me gustan, pero sin duda, tú tendrás otra lista igualmente convincente, la música de Frank Zappa es inagotable.
Frank Zappa nació el 21 de diciembre de 1940, murió el 4 de diciembre de 1993. Es el hombre que creyó en las utopías, y claro, uno de los músicos más creativos en la música del Siglo XX.
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