- Un estudio de la Universidad de Wisconsin-Madison muestra que, si bien los gatos ignoran nuestra música, son muy sensibles a la "música", escrita especialmente para ellos.
- Los gatos se comportaron significativamente más positivos hacia la música gato que hacia la música clásica.
Un estudio de la Universidad de Wisconsin-Madison muestra que, si
bien los gatos ignoran nuestra música, son muy sensibles a la "música",
escrita especialmente para ellos. El estudio ha sido publicado en Applied Animal Behaviour Science.
"En realidad no estamos replicando sonidos de gato",
dice el autor principal Charles Snowdon, profesor emérito de
psicología. "Estamos tratando de crear música con un tono y tempo que
llame la atención de los gatos."
El primer paso en la creación de música gato es "evaluar la música en
el contexto del sistema sensorial del animal," dice. Los gatos, por
ejemplo, vocalizan una octava más alta que las personas, "Así que es
vital obtener ese nivel. Entonces tratamos de crear una música con un
ritmo atractivo para los gatos. "Una muestra se basa en el ritmo del ronroneo, el otro en el sonido de succión durante la lactancia".
En las pruebas, Snowdon y la exestudiante de pregrado en la UWM
(ahora de doctorado en la Universidad de Binghamton) Megan Savage,
llevaron un ordenador portátil y dos altavoces a los hogares de 47 gatos
y reprodujeron cuatro muestras de sonido: dos de música clásica, y dos
"canciones para gato", creadas por el compositor de la Universidad de
Maryland David Teie.
La música comenzó después de un período de silencio, y se observó el
comportamiento del gato. Al ronroneo, caminar hacia el altavoz y
frotándose contra éste se les adjudicó respuesta positiva, mientras que
el silbido, arqueo de espalda y piel levantada fueron considerados
negativos, informa la Universidad de Wisconsin-Madison en un comunicado.
Los gatos se comportaron significativamente más positivos hacia la
música gato que hacia la música clásica. Comenzaron la respuesta
positiva después de un promedio de 110 segundos, en comparación con 171
segundos para la música humana. Las respuestas lentas reflejan la
situación, dice Snowdon. "Algunos de ellos necesitaron despertar y prestar atención a lo que estaba pasando, y algunos estaban fuera de la habitación cuando empezamos la prueba".
Los gatos mostraron casi el mismo número de respuestas de aversión a cada tipo de música.
Los estudios del efecto en animales
de la música humana han producido resultados contradictorios, y un
estudio influyente supuestamente demostró que los animales no aprecian
la música.
Snowdon dice que el trabajo de campo se hizo bajo premisas
equivocadas. Uno de ellos es el problema de frecuencia: Los animales
escuchan diferentes rangos que nosotros. Los investigadores que
reprodujeron música de Mozart a ratas en Japón demostraron que los animales estaban ignorando las frecuencias inferiores a 4000 hercios, lo que significa que la mayor parte de la música humana es irrelevante para ellos.
El segundo error es que toda la música clásica empleada era calmada, cuando de hecho puede estimular o enojar.