Call me old fashioned… please! | Por Mónica Castro Lara |
Un título trillado sí, pero inevitable. Al mismo tiempo en que escribo estas líneas, se lleva a cabo una casi épica batalla entre qué canción de mi íntimo amigo Nat es más melancólica: por un lado tenemos "When I fall in love" y sus líneas: “… In a restless world like this is, love is ended before it’s begun” y por el otro está la ganadora del Óscar a mejor canción original "Mona Lisa" y su: “… Is it only ‘cause you’re lonely, they have blamed you for that Mona Lisa strangeness in your smile?”. Uff. Ninguna de estas canciones son de su autoría, pero vaya que se apropió de ellas con esa voz tan característica que tenía y esos violines que luchan, en ambas canciones, por estar en un primer plano auditivo
¿Qué
conoce el mundo sobre Nathaniel Adams Coles? Que
empezó a tocar el piano en iglesias desde los cuatro años, que no era cantante
pero las presiones sociales y artísticas -digámoslo de manera coloquial- casi
lo obligaron a serlo, que fue el primer afroamericano en tener un programa de
entretenimiento en la televisión y que lamentablemente se nos fue muy temprano
al igual que tantos y tantos artistas legendarios. Me pregunto si es una coincidencia
o una revelación casi divina el que me animara a escribir en esta ocasión sobre
Nat, porque justo este 15 de febrero, cumplió 50 años de haber fallecido. No
queda de otra: a escuchar su disco TODO el día.
Lo que
probablemente pocas personas sepan (incluyéndome en algunas cosas) es que
sufrió bastante a causa del racismo eminente de la época de los años 50 en
Estados Unidos, hasta el punto de vivir un casi secuestro en uno de sus
conciertos, haciéndose prometer que no volvería a presentarse en el sur.
Tampoco la pasó muy bien cuando se mudó a un barrio riquillo de Los Ángeles y
sus amables vecinos decidieron envenenar a su perro, colocar una cruz en llamas
en su patio y escribirle la tan famosa n-word.
Pero bueno, haciendo de un lado esos hechos tan desafortunados, están también
otros que debemos conocer y reconocer, como lo son sus discos grabados en
español y por lo menos una canción también en portugués y en alemán (“Suas Mãos” y "O Tannenbaum" para ser exactos). Díganme, ¿qué artistas gringos de la época
se animaban a cantar en otros idiomas? Son contados, la verdad. Las canciones
que hizo Nat, son clásicos boleros latinoamericanos bastante entendibles, con
muy buenos arreglos e incluso se aprecia el intento por cantarlos al claramente
no ser su idioma nativo, no como la fallida y terrible versión de
"Guadalajara, Guadalajara" de Elvis Presley (corran a buscarla; lesgarantizo un cagón de risa).
Lo que me encanta de Nat y que sin duda lo
hace uno de mis cantantes favoritos, no sólo es su voz serena o sus inicios en
el jazz claramente notorios en cada una de sus canciones por su gran habilidad
en el piano, sino también su excelente dicción. De verdad, anímense a escuchar
uno de sus éxitos y entenderán casi a la perfección el inglés.
Nat King Cole es básicamente uno de los
inmortales; su música siempre será relevante. Y lo rey, hasta lo lleva en el nombre.
“I may be helping to bring harmony between people through my music”.-Nat King Cole
La Autora: Publirrelacionista
de risa escandalosa. Descubrió el mundo del Social Media Management por
cuenta propia. Gusta de pintar mandalas y leer. Ácida y medio lépera.
Obsesionada con la era del jazz. Llámenme anticuada… ¡por favor!