Letrinas: La perla tapatía

Luciana es poblana, Gustavo es tapatío. Ambos vivían en Puebla. Gustavo era el amigo del amigo de un amigo. Luciana había salido con el amigo del amigo.

Tacones Lejanos | Por La Tija | 


La perla tapatía


Luciana es poblana, Gustavo es tapatío. Ambos vivían en Puebla. Gustavo era el amigo del amigo de un amigo. Luciana había salido con el amigo del amigo. Ambos coincidieron en una fiesta y hablaron poco pero bailaron mucho. Al final de la reunión se fueron juntos y se besaron. Al otro día quedaron para desayunar y al caer la tarde hicieron el amor como si no hubiera mañana. Ambos pensaron en no involucrarse sentimentalmente, Luciana porque era feliz soltera, Gustavo porque extrañaba a una perla tapatía. Pasaron los días, las comidas, películas, risas, cigarros, alcohol y desde luego noches llenas de besos y sudor. Ella habló de sus miedos y él le habló de sus gustos, ella del amor y él del desamor, ambos hablaron del desapego. Luciana disimuló, Gustavo disimuló, pero al final fue inevitable, después de tantos encuentros el corazón de ambos empezó a latir. Ella y él decidieron enfrentarse. Luciana habló, Gustavo habló, pero no dijeron lo mismo. Ella estaba siendo rechazada por él. Luciana sintió frío y se echó para atrás. Él por un momento quiso dar el siguiente paso pero el recuerdo no lo dejó. Ella insistió, él se resistió. A ambos el dolor los alcanzó. Luciana se cubría el rostro y Gustavo no podía siquiera verla. Ella lo miró fijamente pero él sólo le tomó la mano. Luciana había escuchado esta historia no una sino tantas veces, en cambio, era la primera vez que Gustavo era sincero con alguien. Ella llegaba siempre a corazones ocupados y él en ese momento no tenía nada más para darle. Ella vio entonces en él a todos los hombres con los que había estado y él al igual que ellos le dijo que era única. Ella no quería escuchar pero él no paraba de hablar. “Perdóname, pero yo a la extraño a Ella” dijo él. Luciana sabía lo que debía responder “Entiendo, yo siempre entiendo”. Él y ella lloraron. Él dijo hasta pronto y ella le dijo adiós. Nunca más se volvieron a ver. Luciana piensa ahora en él como piensa en tantos otros. Gustavo no piensa en ella igual que todos los demás. Luciana se quedó en Puebla extrañando a quien otra vez no fue para ella. Gustavo volvió a Guadalajara para ver que su Ella ya estaba con otro Él.

Luciana los extraña a ellos pero nunca es la mujer a la que ellos extrañan.

Luciana nunca es Ella, pero ellos, ellos siempre son los mismos.


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