Cantar libélulas
Subo los jarrones
para escapar de mi memoria.
Desde allá veo a mis hermanas
brincan encimándose
para alcanzar libélulas que se congelaron
cuando pensaban en ser aquenios.
La tía llamó
e intenté correr
pero mis hermanas decidieron
construir pirámides sobre mi cuerpo.
No siento los dedos, dijo una de ellas
y volteé a mirar por la ventana
el vals de dieciséis
que pronto se convirtió en canto
de risas y libélulas.
Mis hermanas repetían
que no las encontraban
y entonces entendí lo que vi
cuando dijeron:
las libélulas no están
se han ido
o se las llevaron.
Defecar
Orinar.
Masturbarse.
Orinar y masturbarse.
Ser asqueroso, ser instintivo, ser necesario, ser
placer. Casi como
comer y vomitar
oposición innecesaria
pero perturbadora
¿por qué la repulsión?
cerca están
de lo inverso
vestigios de la fragilidad.
Carlos Noyola nació en la Ciudad de México en el 96. Sus
poemas han aparecido en publicaciones como Letras
Explícitas, Nomastique y el Periódico de Poesía de la UNAM. Escribe regularmente para El Inconformista Digital y The insighters. Su primer libro, Costumbres correctas, fue publicado por
Texere Editores en 2014. Actualmente vive en Estados
Unidos.