¡No hay como un teatro lleno!, no importa si se está en el escenario o entre el público y esto lo pude confirmar el pasado viernes 18 de julio que asistí al Teatro Aguascalientes a presenciar el último concierto que ofreciera el Cuarteto Leipzig, que, según la crítica es el mejor cuarteto del mundo, y sí, ¡qué gran cuarteto! y además buena música, buenos compositores y muy bien interpretados y lo mejor, como repito ¡teatro lleno! ¿a qué se debe? ¿fue la difusión? lo vi por las redes sociales, por ahí lo escuché en radio, me imagino que de boca en boca; se regalaron boletos, en fin, hubo convocatoria y la gente respondió llenando el teatro, constatándose entonces que la sociedad hidrocálida gusta y/o se interesa y/o tiene curiosidad y/o es animosa y/o todo eso junto y tal vez más de la llamada música clásica, a la vez de que creo firmemente que es gente de buen gusto nato por eso es que es cuna de uno de los más grandes compositores que ha dado este país y tierra putativa de otros más; es por eso que me atreví a escribir estas líneas en este espacio y de esta manera contribuir en la difusión y compartir con ustedes un poco de anécdotas de música y compositores, de los conciertos de temporada de su Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, y claro, de toda esa serie de . . . llamémosle “reglas de etiqueta” que giran referente a un recital o concierto de la música clásica que algunos otros llaman académica o seria. ¿les parece bien amables lectores? Pues aunque no, ya dije y tengo el poder de la pluma (bueno el teclado de la PC en este caso).
Para empezar déjeme decirles que el día 10 de agosto en algún patio de la Casa de la Cultura - de Aguascalientes, claro – comenzaron las actividades de la OSA después de las merecidas vacaciones que disfrutábamos; y pensando en, y por, y para; por quien somos, a quien nos debemos y quien nos mantiene; ustedes, EL PÚBLICO, en especial al que se quedó fuera del Teatro Morelos y no disfrutó del concierto que interpretamos de Marchas, Polkas y Valses, similares y conexos dentro del marco del programa cultural de la Feria Nacional de San Marcos; repetiremos este programa, así que estén al pendiente y en la página de feisbuc de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes ; o en la de sus fans podrán saber sobre los por menores de los concierto que se avecinan y además de la próxima temporada de conciertos que se celebraran en el Teatro Aguascalientes; horarios y promociones y también cuando las hay, cortesías para conciertos.
Y comentando sobre este concierto, ¿Saben ustedes quiénes fueron los Strauss? ¿Qué diferencia hay entre una marcha, un vals, una polka? ¿Cómo reconocer estas formas musicales?
Empecemos por hablar de… como lo quieran llamar; Johann Strauss Jr., o Johann Strauss II, o el rey del Vals… sí, seguro pasó por su mente y déjenme decirles que sí ¡aparte de Elvis hubo otro rey! y gozó tal vez hasta de mayor popularidad, aunque ustedes no lo crean Johann Strauss hijo fue sin duda el predecesor de las grandes estrellas del rock, capaz de mover a su entorno cifras astronómicas en una especie de marca comercial. En la época del pobre y aburrido emperador de Austria Francisco José I, hombre aplastado por el peso del clóset y del poder, ¡y cuando salió del clóset pudo más! con una mujer neurótica e intelectualmente hiperactiva que le buscaba las amantes y tenía hijos ilegítimos y a quien Strauss compondría diferentes obras en su honor, por cierto y así rehacer sus relaciones con la realeza; la "firma" Strauss contaba con 200 empleados entre músicos, copistas, cocheros, contables, administradores, instrumentistas y demás para las seis orquestas que circulaban por los teatros de la capital vienesa. Pero cuando era él en persona el que salía ante el público, la cosa adquiría tintes épicos. En su actuación de 1876 en Boston para el centenario de la Declaración de Independencia, montó un Jubialeum Konzert dirigiendo a un conjunto de 20 mil personas entre orquesta y coro con la ayuda de veinte subdirectores y ante un público de más de 100 mil personas ¿sus honorarios? pues solamente 100 mil dólares de la época, lo que se ignora es que si lo perdió en otra gran afición suya además de la música, las partidas de cartas; tal vez, apostando con su buen amigo Johannes Brahms y de mis compositores favoritos. Tal vez porque al tener cercanía con el contrabajo, tuvo idea de escribir pensando en nosotros, los pobres contrabajistas o más que en nosotros, en nuestro instrumento y juntarnos a jugar las canicas en su música -románticamente quiero pensar eso- pero de eso hablaremos en otra ocasión porque por el momento no viene al caso, digo, si a usted le interesa saber qué o cuáles instrumentos tocaron ciertos compositores y el trato que le dieron en sus composiciones puede investigarlo por la red o en libros especializados en el tema “al fin y al cabo no soy ninguna oficina de información musical.”
Entonces, El rey del vals - este último mote fue herencia de su padre –; por supuesto, hijo primogénito de Johann Strauss padre y causante de que éste se casara con la señorita Anna Streim pues ya estaba gestándose en ella el pequeño Johann; fue destinado a una profesión técnica por voluntad de su padre, de la cual renegó y termino por abandonar para formar su orquesta, cosa que causo el disgusto del padre y alejamiento del hijo, por, tal vez, una cierta rivalidad musical por parte del primero. De comportamiento indisciplinado; disipado y rebelde; lo conocían y en su casa le llamaban Schani (diminutivo austriaco del nombre Johann); le pasó lo que a la mayor parte de los artistas nos pasa cuando nos inclinamos a estudiar profesionalmente alguna carrera artística; la negación de la familia, en este caso, fue el padre quien se negaba a que sus hijos fueran músicos profesionales; ojo, escribí PRO FE SIO NAL, y ya que llegamos a este punto -que ha sido siempre muy controvertido- quisiera apoyar la hipótesis y restar credibilidad a todas esas versiones apócrifas que aún hoy día se dan por verdaderas en muchos libros e incluso en páginas de internet. ¡Así se hacen los chismes eh! Ciertamente hubo una oposición por parte de Johann padre a que sus hijos se dedicasen profesionalmente a la música mas no a que la estudiasen. Existen cartas en las que Strauss padre permitió que Schani y su hermano Joseph aprendieran a tocar el piano a cuatro manos, lo que contradice la leyenda de que al pobre Jr. le prohibían tocar el violín, llegando a ponérselo bajo llave en un armario e incluso rompiéndoselo una vez en la cabeza y a consecuencia de esta prohibición, por su cuenta y a escondidas, y con la ayuda de la alcahueta de su madre -ah, esas mamás- que hizo los arreglos necesarios para que Johann Jr. estudiase armonía, composición, piano, violín y contrapunto en casa de un vecino; otra, es una supuesta conjura organizada por el padre para reventar, con abucheadores profesionales, el debut de su hijo. Yo me inclino a esta teoría en cuanto a la oposición de Johann padre, que alguna vez expresó que "deseaba que sus hijos llegaran a ser algo mejor que músicos", y es que, siendo él nacido de cuna humilde, -sus padres regenteaban una taberna llamada “El buen pastor”- no quería para sus hijos sino una posición mucho más elevada que la de artista, por entonces como hoy, tenida como actividad servil. Por ello es que Strauss padre procuro los mejores colegios para sus hijos, con la esperanza de que pudieran llegar a la universidad, algo que él como músico lirico y sin estudios nunca se hubiera atrevido a soñar. Una cosa más que me hace apoyar esta teoría, es que, Johann Strauss padre se ausentaba de casa por largos periodos de tiempo a causa de las giras que tenía gracias a su gran popularidad, dejando en manos maternas la educación de los hijos; entonces me pregunto, sin el padre en casa ¿con que razón Anna Streim escondería a sus hijos para que estudiaran o recibieran clases de música? Si en ese tiempo aun no existía el teléfono ¿Cómo se enteraría Johann? ¿por carta…? ¿Volaría Strauss en unicornio para llegar a quitarles los instrumentos a sus hijos y rompérselos en la cabeza? Se imaginan la escena:
Strauss padre.- Anna, ya te he dicho que no pongas a estudiar a nuestros hijos música!!!
Anna Streim.- Pues has lo que quieras al cabo estas hasta la….Rusia!!!
Strauss padre.- En este mismo momento tomo un vuelo en Unicornio Air Line
Anna Streim.- Voy a cortar el cable del vaso, ya no quiero escucharte.
Anna Streim.- Pues has lo que quieras al cabo estas hasta la….Rusia!!!
Strauss padre.- En este mismo momento tomo un vuelo en Unicornio Air Line
Anna Streim.- Voy a cortar el cable del vaso, ya no quiero escucharte.
Siempre habrá en torno a una figura celebre montón de historias urbanas; lo que no cabe duda y todos coinciden es que Johann Strauss padre fue violinista, además de director de una orquesta de baile en la Viena imperial del siglo XIX y que gozaba de gran popularidad; que junto con Josef Lanner con quien después tuviera discrepancias y una gran rivalidad, dieran al vals su forma actual además de ser el compositor de la famosísima "Marcha Radetzky" creada para celebrar el retorno triunfal del octogenario mariscal de campo Johann Joseph Wenzel Graf Radetzky von Radetz, tras la victoria contra Italia en la batalla de Custozza. y acá entre nos, dicen los especialistas que es la marcha de las marchas y que gracias a ella, aunque Strauss padre no hubiera compuesto otra cosa entraba a la historia sin más; ¿qué opinan ustedes? ¿gustan escucharla?
Quien no la conozca, se la presento: "Marcha Radetzky" de Johann Strauss; dirige el maestro Herbert Von Karajan a la Orquesta Sinfónica de Viena:
Pero volvamos con el joven Shani y sus leyendas urbanas, mitos y verdades; pues resulta que gracias al apoyo de su madre que, seguro al ver el talento y el genio de su hijo, -pues se dice también que fue niño prodigo y su primer vals lo compuso a los 6 años- arregló que junto con sus hermanos que posteriormente compusieran, dirigieran y sucedieran la orquesta de su hermano y la de su padre; recibieran lecciones de violín y piano cosa que Strauss II y muchos de nosotros, en especial las quinceañeras, le agradeceremos toda la vida, a ella y al empresario Ferdinand Dommayer que contrató a los Strauss, sí, tanto al hijo como al padre, a quien llevaba años suplicando que tocase en sus salones, consiguiendo como es de suponerse una gran afluencia del público que acudió tan solo por el placer morboso de asistir al nacimiento de una rivalidad. ¿Se imaginan? ¡Los reyes del vals juntos! Como era de suponer, el progenitor, no apareció y mandó a varios amigos para que le informasen sobre el estreno. Deseoso de honrarle, ya que dicen, fue el joven Strauss quien propicio el acercamiento entre padre e hijo, dirigió el vals más célebre del ausente, Los sones del Rín en Lorelei, para después presentar en sociedad su primer vals, que a petición del público fue repetido ¡hasta veinte veces! Otros dicen que menos otros que más, lo cierto es que el debut del joven Strauss fue un éxito arrollador y la prensa escribió refiriéndose a las orquestas de cada uno: "¡Buenas noches, Lanner! ¡Buenas noches Strauss padre! -Strauss y Lenner competían por la popularidad en la sociedad vienesa - ¡Buenos días, Strauss hijo!". Es así, que en una noche de 1844, al parecer el 15 de octubre da inicio la vida musical del Rey del vals y pasa a la historia con apenas 19 años de edad ¡Muera el Rey, viva el Rey! ¿Será? Como todo, hubo quien siguió prefiriendo al padre sobre el hijo y decía que Strauss Jr. quería aprovecharse de la fama de su padre -entre ellos los músicos de la orquesta de su padre que quiso fusionar con la suya cuando la muerte de Johann Padre-; al final tuvo que disolverla poco a poco y volverla a reagrupar y reordenar.
Pero sepan que El rey del vals no solo compuso valses, polcas, rigodones o marchas valses y todo tipo de música de baile para la Viena del siglo XIX, no. También giró hacia la opereta, influenciado por Jetty, la ex cantante de ópera Henriette Challupetzky quien fuera, tal vez, el amor de su vida, su gran inspiración y primera esposa; mujer de mundo, -¡y como no! si tenía ya 44 años; siete más que el rey del vals que tenía 37cuando decidió casarse- segura de sí misma, ingeniosa y con carácter, quien había llevado una vida fuera de lo común, sin embargo, Johann Strauss sentía que el destino había sido muy generoso con él dándole a Jetty; y con su muerte, en 1878, terminó un matrimonio extremadamente feliz dejando abatido al Rey del Vals ¿lo sabían ustedes? A pesar de que las mujeres revoloteaban alrededor del maestro, solo tuvo tres esposas, dos más aparte de Jetty; Angélica Dietrich también cantante ¿o actriz? 25 años más joven -fue un desastre la vida al lado del inquieto y difícil artista- y resultó ser demasiado, pues sólo le interesaba la fama y fortuna del Maestro -decían las malas lenguas- y al cabo de algunos años Angélica terminó yéndose con uno de los amigos de Johann; y Adele Deutsche, una viuda del hijo de uno de sus viejos amigos de 26 años, quien le trajo felicidad por el resto de su vida y le animó a dedicarse de nuevo a la opereta; El Rey del Vals tuvo la enorme suerte de encontrar a su media naranja por segunda vez en la vida, pero como el divorcio no era posible en la católica Austria decidieron convertirse al protestantismo y adoptar la ciudadanía del ducado protestante de Sajonia-Coburgo-Gotha. Al hacerlo, uno de los más famosos compositores austriacos se convirtió en ciudadano alemán… pero no les hablaba de las mujeres del Rey; sino de que dio el giro hacia la opereta, influenciado por sus dos amores, pienso yo, y reafirmó como mandilón declarado; una fue su última esposa Adele que lo animó a volver a componer operetas y otra Jetty, que tomó muy en serio la sugerencia que hiciera Jacques Offenbach a Johann cuando lo visitó de que escribiera operetas ante la negativa de este, alegando que su música no era apropiada para la plataforma. Jetty secretamente le hizo arreglos vocales a la música de su esposo que posteriormente le cantó para tratar de convencerlo de que su música servía para la voz ¿y qué fue lo que pasó? Pues poco después, Strauss II, el Rey del mandil, ¡perdón! del Vals comenzó a escribir operetas. a continuación se las enumero:
· Índigo y los cuarenta ladrones (1871)
· El Carnaval en Roma (1873)
· El Murciélago (1874)
· Cagliostro en Viena (1875)
· Príncipe Matusalén (1877)
· Gallina ciega (1878)
· El Pañuelo de encaje de la Reina (1880)
· La guerra divertida (1881)
· Una noche en Venecia (1883)
· El Barón gitano (1885)
· Simplicius (1887)
· Princesa Ninetta (1893)
· Fiesta de la manzana (1894)
· Asperilla (1895)
· La Diosa de la Razón (1897)
· Sangre vienesa (1899)
· El Carnaval en Roma (1873)
· El Murciélago (1874)
· Cagliostro en Viena (1875)
· Príncipe Matusalén (1877)
· Gallina ciega (1878)
· El Pañuelo de encaje de la Reina (1880)
· La guerra divertida (1881)
· Una noche en Venecia (1883)
· El Barón gitano (1885)
· Simplicius (1887)
· Princesa Ninetta (1893)
· Fiesta de la manzana (1894)
· Asperilla (1895)
· La Diosa de la Razón (1897)
· Sangre vienesa (1899)
La obra más destacada de estas y considerada la opereta por antonomasia, es El Murciélago (Die Fledermaus), apreciada tanto por cantantes de ópera de primera línea como por grandes directores de orquesta como Gustav Mahler y quien fuera el mayor difusor de esta obra, pues desde que inscribió a Die Fledermaus en el programa de la Ópera de Hamburgo ha formado parte de las programaciones de teatros de ópera de todo el mundo. Pero no sólo Mahler fue amante de la obra de Strauss, pues también Brahms fue su... supo cultivar amistad del compositor, pues, ¿o viceversa? lo que sí, es que fueron amigos y buena muestra del aprecio que le profesaba el gran músico alemán, es la dedicatoria que brindó a la señora Strauss, escribiendo en su abanico las primeras notas del Danubio Azul con la frase "desgraciadamente no es de Johannes Brahms" tal vez porque Brahms sabía de la manía de Strauss de que usaba partes de su camisa, billetes, el periódico, o cualquier otra cosa que tuviera en sus manos para escribir las nuevas ideas musicales que le venían a su mente y no tenía a la mano su cuaderno para escribirlas, (el famoso puente en el vals Blue Danube fue primeramente apuntado en el collar de su camisa).
Otro gran compositor alemán que admiraba al compositor vienés y que aparte vivía por el barrio, era Richard Wagner, ¿sabían por cierto que la vida de este compositor estuvo marcada por la sombra del número trece? Fíjense, nace en 1813, su nombre y apellido tienen trece 13 y los números de su año de nacimiento suman 13. Dicen que sintió su primer impulso musical un 13 de octubre, sufrió un destierro de 13 años, compuso 13 óperas, terminando una de las más famosas, Tannhäuser, el 13 de abril; fue estrenada el 13 de marzo de 1845 y estuvo cincuenta años sin ser interpretada hasta el 13 de mayo de 1895. Su primera actuación al frente de una orquesta se produjo en Riga, en un teatro inaugurado un 13 de septiembre. Su suegro, Franz Liszt, le visitó por última vez el 13 de enero de 1883; y para acabar el 13 de febrero de aquel mismo año Wagner fallece; por cierto, se conmemoraba el décimotercer aniversario de la unificación nacional alemana. Con todo y estas casualidades, no hay constancia de que sufriera triscaideicafobia como sí la sufría Arnold Schoemberg; y aún menos de que supiera lo que era. Pero en todo caso esto es marginal.
Decíamos pues que Wagner mostró predilección por obras de El rey del vals expresandolo alguna vez "el más brillante en la música que he conocido." según dicen, escucho la serenata que le llevaran ciertos músicos, me imagino que de la orquesta Strauss por motivo de algún cumpleaños de su director; y al quedar encantado por esas melodías Wagner fue al día siguiente con Johann a pedirle su música, con todo y su neurosis, porque dicen que Wagner era un hombre terriblemente neurótico, se ve en sus obras. Por ejemplo Tristán la mayor que compuso, la madre de todas las tragedias, el deseo más sublime, represión total a través de la sublimación total. ¿Por qué Wagner escribe esta obra? Pues no más porque vivió una relación sórdida con la esposa de un amigo durante varios años y eso lo carcomió por dentro, y lo plasmó en esta obra. Habría que agradecer que no existiera en ese entonces el psicoanálisis porque de lo contrario, tal vez Tristán jamás se hubiera escrito; les decía pues que Wagner se enamora de la música de Strauss mostrando predilección por obras como el vals 'Vino, mujeres y canciones' que dirigió en alguna ocasión; tal vez eso les llevó a los músicos a algún intercambio de obras, pues la orquesta Strauss interpretó por primera vez en Viena una obra de Wagner en 1853 ya que El Rey del Vals, no limitó el repertorio de su orquesta a la música de baile, sino que incluyó en él música sinfónica y de óperas y componiendo música de baile en forma de poemas de temple orquestal, amplió el prestigio y llevó hasta proporciones sinfónicas al vals, considerablemente desarrollado y enriquecido gracias a las aportaciones del romanticismo; que modificaron los esquemas formales del vals, ampliaron los periodos y cosas de las que hablaremos en otra ocasión; sus obras para la escena constan de tres actos, diálogos hablados, partes cantadas en forma de lied binario y ternario, y bailes de máscaras en los finales de acto, allí donde se concentra la acción que transformó los salones de baile en escenarios de conciertos.
Strauss continuó componiendo música hasta que murió de neumonía en 1899 y su música es interpretada regularmente en el Concierto de Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena; su tumba se encuentra cerca de la de otros genios musicales como Beethoven, Schubert y Brahms; sus hermanos lo sucedieron en el trono perono pudieron nunca igualar el genio de El Rey del Vals siendo estos: Eduard, quien fuera un reconocido compositor y director de orquesta muy querido en su época por los vieneses; Edi, tal y como era conocido en su familia, decidió disolver la Orquesta Strauss en 1901 y se dedicó a escribir sus memorias; su estilo era propio, sin notarse ninguna influencia de sus dos hermanos ¿Quieren escuchar algo de Edi Strauss? Que al parecer los inventos de la época le interesaban bastante.
Y Josef Strauss que por cierto nunca quiso ser músico, pero por las cosas del destino tuvo que suplir a su hermano Johann como maestro de capilla, ya que volvía agotado de sus giras y siendo cada vez más regulares estas suplencias, terminó por tomar clases de composición y aprendió a tocar el violín; decía él: “me imagino que también lo llevaba en la sangre porque a mi me dicen ahora que tengo que aprender a tocar el violín para suplir a mi hermano músico y creo yo que no lograría ni la escala” quién diría que Richard Strauss, que nada tiene que ver con esta dinastía, para elaborar sus dos secuencias de valses de El Caballero de la Rosa, se basó en la melodía del primer tema del vals Dynamiden de Josef Strauss. Y para que conozcan este vals aquí se los posteo.
Los historiadores vieneses utilizaban metáforas floridas en las que sugerían que los Strauss (padre e hijo) más que componer valses, transformaban su ciudad en música. "Si es verdad que tengo talento, - escribió en los últimos años de su vida El Rey del Vals - se lo debo, por encima de todo a mi amada ciudad en Viena... en cuyo suelo está enraizada toda mi fuerza y en cuyo aire flotan las melodías que han sido captadas por mi oído, han embriagado mi corazón y, finalmente, han escrito mi mano".
Los espíritus del tiempo y el espacio: Zeitgeist y genius loci siempre han susurrado a las imaginaciones creativas y, Strauss con seguridad, tenía, un oído fino para captar dichos susurros, pues era un artista, un ser tocado por los dioses como en los cuentos de Homero.
Schönberg y Webern además de otros compositores, han realizado orquestaciones de algunos de los sus valses de Johann Strauss, como el Vals del Emperador, Vals del Tesoro y Rosas del Sur; y grandes directores del último siglo como Clemens Krauss, Wilhelm Furtwängler, Hans Knappertsbusch, Josef Krips, Carlos Kleiber, Karl Böhm, Herbert von Karajan, Nikolaus Harnoncourt, Zubin Mehta, Claudio Abbado o Riccardo Muti Berg, se han sumergido numerosas veces en el alegre y desenfadado repertorio de esta dinastía, no siempre con el acierto que demandan estas partituras, pero como digo yo, una buena obra siempre será buena, no importa lo malo que le hagas.
Los espíritus del tiempo y el espacio: Zeitgeist y genius loci siempre han susurrado a las imaginaciones creativas y, Strauss con seguridad, tenía, un oído fino para captar dichos susurros, pues era un artista, un ser tocado por los dioses como en los cuentos de Homero.
Schönberg y Webern además de otros compositores, han realizado orquestaciones de algunos de los sus valses de Johann Strauss, como el Vals del Emperador, Vals del Tesoro y Rosas del Sur; y grandes directores del último siglo como Clemens Krauss, Wilhelm Furtwängler, Hans Knappertsbusch, Josef Krips, Carlos Kleiber, Karl Böhm, Herbert von Karajan, Nikolaus Harnoncourt, Zubin Mehta, Claudio Abbado o Riccardo Muti Berg, se han sumergido numerosas veces en el alegre y desenfadado repertorio de esta dinastía, no siempre con el acierto que demandan estas partituras, pero como digo yo, una buena obra siempre será buena, no importa lo malo que le hagas.