Pirotecnia Verbal | Por Tuto Flórez |
(Reseñando a Zygmunt Bauman)
1. Aquello que caracteriza la sociedad moderna, es ante todo, la disolución de los sólidos, lo cual se convierte en su rasgo más definitorio, por lo tanto, la disolución de los sólidos ha adquirido un nuevo significado tras el advenimiento de la modernidad.
2. Lo líquido en tanto que estado de la materia, su naturaleza, especificidades y forma de ser, es la metáfora más acertada para dar cuenta de aquello que se denomina modernidad.
3. Lo que se configura tras el tránsito hacia una nueva historia de la modernidad en la base de la sociedad es, una racionalidad instrumental, donde la economía pasa a desempeñar un rol determinante.
4. En el contexto de la modernidad líquida, más que hablar de unos dispositivos de poder, se debe es comprender que aquello que impera, es una reasignación y redistribución de los poderes de disolución.
5. Aquello que determina el tránsito hacia una modernidad líquida, esto es fluida, es el punto de separación entre las categorías (antes inseparables) de espacio y el tiempo.
6. La extraterritorialidad en el contexto geopolítico, se levanta como una condición necesaria para el flujo de los poderes globales, dentro de la modernidad líquida.
7. En términos de control y ejercicio político, aquello que define la modernidad líquida, respecto de los individuos y las sociedades, es el reconocimiento de que la mayoría (grupos, colectivos, individuos) siendo sedentaria, es dominada o gobernada por una élite que es nómada y extraterritorial (Bauman, p. 18).
8. En el ámbito económico, aquello que genera las ganancias, es la velocidad de circulación, envejecimiento, desgaste y reemplazo, en suma es la obsolescencia programada.
9. La libertad no es genuina dentro de la modernidad líquida, sino más bien aquello que experimenta el individuo, es una suerte de conformismo, que le impulsa a figurarse una libertad subjetiva, donde prima la coerción social, como fuerza emancipadora.
10. La sociedad del siglo XXI, no supone el fin de la modernidad como muchos autores reclaman o inclusive el fin de la historia, implica más bien, un modo diferente entre modernidades, esto es, la sociedad del siglo XXI, es moderna de manera diferente a la de la sociedad que ingresó en el siglo XX.
El planteamiento del autor Bauman en relación con la modernidad liquida como descripción metafórica del estado de hechos o del estado de cosas, en que se halla inmersa la sociedad actual, supone ante todo una comprensión muy particular de cómo es que se ha configurado la sociedad actual y por ende cuáles son sus características, su estructura, su forma y razón de ser, pero también implica observar y notar como por ende; siendo el individuo parte fundante de dicha sociedad, ha devenido en una especie de autómata, cuya capacidad de juicio crítico no se ha suspendido, sino simplemente se a transformado.
El hombre del siglo XXI, ha sacrificado su libertad genuina, por el confort, por la seguridad del conformismo o rebaño y ha aceptado de buena manera una especie de resignificacion de su sentido, donde lo que prima es el consumo por el consumo, la perdida de la individualidad y la generación de una cultura humana que está sujeta a reciclaje, debido a las velocidades desbordantes con las que se mueve y se configura la sociedad moderna, es decir, tanto el ser humano, como los colectivos, han devenido en una especie de formas homogenizadas y escurridiza, tal cual lo hacen los líquidos, los cuales no quieren saber nada más allá de la simple inmediatez e instantaneidad irreflexiva. El autor presenta más bien un cuadro decadente de la sociedad, aun cuando ello no sea explicito, es claro, que se ha producido una distorsión del sentido y naturaleza misma, de la vida, dando total prelación, a la economía de mercado o si se quiere, a la flas ilusión de libertad amparados en falsas certezas el deleite de una libertad subjetiva, que es continuamente reforzada sólo por la experimentación de propósitos comunes impuesto o autoimpuesto y tan transitorios como efímeros.
En suma el autor indica que vivimos tiempos en los que se ha enaltecido de forma exacerbada lo efímero, para rechazar todo aquello que sea durable y suponga como tal cierto sustento o más aun una estabilidad.
También hoy más que nunca, señala Bauman, nos hemos convertido en esclavos de nuestros propios inventos, dando como resultado una desconexión real de nosotros mismos para con nuestro semejantes, nos hallamos sumidos en la indiferencia y las más cruda inmediatez irreflexiva donde apenas si queda tiempo para pensar o para algo que no sea consumir y trabajar, nos sentimos más livianos, nos sentimos integrados a eso que otros llaman la aldea global, pero es más como una prisión cómoda que se maneja a través del entretenimiento, que una verdadera comunidad. Como dice el cantautor argentino Fito Páez, en su canción "Al lado del camino"; nos hallamos en tiempos donde nadie escucha a nadie, en tiempos donde todos contra todos, en tiempos egoístas y mezquinos, en tiempos donde siempre estamos solos; habrá que declararse incompetentes en todas las materias del mercado.
Referencia bibliográfica: Bauman, Z. (2003). Modernidad Liquida. Editorial Fondo de Cultura Económica. Argentina.
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El autor: Tuto
Flórez, nacido en el departamento de Santander, en la caótica y
convulsionada, pero hermosa tierra del suramericano país llamado
Colombia. Melómano consumado, amante del rock, de la música hecha con
sentido, sobre todo de los años noventa y la cultura underground.
Cinéfilo por convicción. Crecí entre los textos, de Henry Miller,
Charles Bukowski, Allan Stewart Königsberg más conocido como Woody
Allen, H. P: Lovecraft y Allen Ginsberg. @tuto201333